Piqué pide en EE UU libertad de movimientos para Arafat

Josep Piqué se reunió ayer en Washington con el secretario de Estado, Colin Powell, para cerrar filas tras las desavenencias registradas entre EE UU y la Unión Europea en asuntos como el supuesto eje del mal, las posibles operaciones contra Irak y el conflicto de Oriente Próximo. El ministro español de Asuntos Exteriores, representante de la diplomacia de la UE durante este semestre, afirmó que convenía disipar 'el ruido ambiental de las declaraciones y contradeclaraciones' y centrarse 'en la gran homogeneidad de criterios'. 'Estamos de acuerdo en casi todo', dijo.

El encuentro duró 55 minutos, casi el triple de lo previsto, porque se dedicó tiempo a la preparación de la cumbre EE UU-UE que se celebrará en Washington el 2 de mayo. La presidencia española de la UE quiere que la cumbre sea un éxito y refuerce los lazos transatlánticos, en una época en que el unilateralismo estadounidense y su escaso interés en instituciones como la OTAN han tensado las relaciones de Washington con sus aliados europeos.

Powell le explicó a Piqué 'el contexto' en que George W. Bush creó la fórmula del eje del mal. 'Seguimos apostando por el diálogo con Irán y Corea del Norte, y mantenemos todas las opciones abiertas respecto a Irak', afirmó. 'Bush no quiso indicar que existiera una alianza entre esos tres países, al hablar de un eje, ni que plantearan problemas idénticos, sino llamar la atención sobre el hecho de que los tres tienen programas de desarrollo de armas de destrucción masiva, algo que alarma a la UE tanto como a EE UU', comentó Piqué.

El ministro español explicó a Powell la visión europea sobre Oriente Próximo y le conminó a que influyera sobre Israel para mejorar la situación de Yasir Arafat. 'Es contradictorio que le pidamos al líder palestino que controle a los terroristas, y a la vez no se le permita moverse libremente', indicó Piqué, quien añadió que sería 'muy importante' que Arafat asistiera a la cumbre de la Liga Árabe, en marzo, en Beirut.