La carga de los policías antidisturbios
Soy un policía municipal. Soy un trabajador que tiene un patrono y que para ganarse el pan se pone un uniforme, como otros se ponen una americana y corbata para ir a la oficina. En la academia, lo primero que me enseñaron fue el uso proporcional de la fuerza. El jueves, en la manifestación de la calle Mayor, nosotros no pusimos barricadas de neumáticos ardiendo, ni lanzamos rodamientos con tirachinas ni adoquines contra los antidisturbios; por eso todavía no comprendo por qué cargaron con tanta brutalidad contra nosotros. En ningún momento se intentó responder o agredir a la Policía Nacional, ni increparlos, ni se intentó tomar el Ayuntamiento, sólo protestar por la situación laboral que tenemos, igual que protestaría cualquier trabajador que viera afectadas sus condiciones laborales. Si la convocatoria había sido desconvocada por el señor delegado del Gobierno, creo que tendría que haberlo sido con más anticipación, aunque tuvo la anticipación suficiente de desplegar una fuerza que actuó de una manera que no está en consonancia con una presidencia comunitaria.
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