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La policía relaciona a Ucler con los principales capos de la heroína

Ninguna prueba implica a Caba en blanqueo

Levent Ucler ha sido una 'pieza fundamental' de las tramas turcas que controlan el tráfico de heroína en España, según el detallado testimonio que prestó ayer en la Audiencia Nacional el jefe del Grupo 21 de la Brigada Central de Estupefacientes. El juicio contra Ucler, uno de sus hombres de confianza, el turco Feuzi Cemil Yigitbasi, y tres profesionales, entre ellos el abogado Antonio Caba, llega a su final dividido en dos: algunas evidencias de la pertenencia de los ciudadanos turcos a los cárteles de la heroína y la ausencia de pruebas que incriminen al ex alcalde de Estepona.

Tampoco se han evidenciado pruebas de la implicación en el delito del blanqueo de dinero por el que están acusados del socio economista de Caba ni de un fiduciario gibraltareño.

La declaración en el juicio de los policías que investigaron las actividades de Ucler, sus negocios y sus cuentas bancarias dio ayer un vuelco. Tras la declaración nada convincente y a veces contradictoria de los agentes que hicieron las indagaciones patrimoniales y los movimientos de dinero del cliente turco de Caba, ayer declaró como testigo del fiscal el inspector jefe del grupo 21, especializado en la lucha contra el tráfico de heroína. El policía afirmó que Ucler ha estado relacionado con todos los tráficos de esta droga que ha habido en España desde 1990, 'cuando fue detenido con un cargamento de 50 a 70 kilos'. 'Sin ninguna duda, todas estas operaciones se han hecho al calor y al amparo de los círculos íntimos de Levent Ucler', añadió.

Según este relato, desde su salida de la cárcel en 1995 Ucler ha mantenido 'una amplia relación con Urfi Cetinkaya, uno de los más activos narcotraficantes de heroína del mundo', procesado en este momento en Turquía, con peticiones de condena de 450 años de prisión. El policía describió las relaciones de Ucler, a quien considera un capo importante, con Cetinkaya, 'aunque nunca pudimos hacer la relación directa en las distintas operaciones, si no, le habríamos detenido'.

En una causa por la que fue juzgado y condenado el español Jesús García Freire, Jesusi, por un cargamento de 46 kilos, 'quedó documentado que la droga procedía de Cetinkaya' y en paralelo 'detectamos un pago de García Freire a Ucler en el Hotel Eurobilding de Madrid'. El jefe del grupo 21 mencionó a un lugarteniente de Cetinkaya, apodado Gino, que cuando salió de la cárcel 'se puso en contacto inmediatamente con Ucler'.

Describió cómo les han seguido 'de una entrega a otra, de una operación a otra', y la relación de ambos con Yigitbasi, conocido en Estepona como Jimmy, pero al que el policía se refirió como el zorro, su apodo dentro de la organización turca. Yigitbasi, definido como 'el hombre de confianza de Ucler', está en estos momentos en la cárcel acusado de traficar con 29 kilos de heorína. El agente insinuó que el zorro hacía tareas como portear maletas con 50 kilos de droga, que tienen un precio en el mercado de 2.500 millones de pesetas, encargos por los que podía cobrar 'unas 200.000 pesetas'.

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Según este relato, las redes turcas, de las que Ucler sería una pieza fundamental 'controlan el 99% del tráfico de heroína en Europa'. El inspector explicó que la detención de Ucler en el verano de 2000 como inductor del asesinato de su mujer 'truncó la investigación para detenerlo por narcotráfico, pero lo habríamos detenido tarde o temprano'. La lista de traficantes de heroína relacionados con el cliente de Caba por el policía era tan amplia, que se permitió un chiste al final de su declaración: 'La lista de invitados a la boda de Ucler en enero del 98 parecía una hoja de servicio de nuestra unidad'.

Hoy inicia el juicio su recta final con los alegatos de la spartes. Las defensas no creen que el fiscal en su conclusiones definitivas desimpute a Caba, su economista y a fiducierio gibraltareño, pero no cabe descartar esta posibilidad. Las defensas intentaron ayer despejar cualquier duda sobre las operaciones bancarias y movimientos de dinero.

Su tesis es que las inversiones se ajustaron a las normas legales, cuestión sobre la que los policías que declararon el día 12 de febrero aceptaron en algún punto. La acusación sigue basando su estrategia contraria en el dudoso origen lícito de los 143 millones que se ingresaron por transferencias, cheques o en metálico en las cuentas de las sociedades irlandesas de Ucler o en la suya personal. Pero la policía no investigó el patrimonio de un supuesto socio británico del turco, James Day, que ingresó en metálico en sus cuentas 44,5 millones de pesetas.

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