UN 'CHAGALL' ERRANTE EN EL CORREO

Fue un robo extraño. El pasado junio, un pequeño cuadro de Marc Chagall, Estudio sobre Vitebsk, valorado en un millón de dólares, desapareció del Museo Judío de Nueva York. El cuadro, prestado por un coleccionista privado ruso, fue robado tras una selecta y elegante recepción celebrada en el museo. A los pocos días llegó una carta singular, fechada en el Bronx y firmada por un tal Comité por el Arte y la Paz, que exigía el fin de la guerra en Oriente Próximo entre palestinos e israelíes a cambio de devolver la obra. Y nunca más se supo. El FBI no encontró ni una sola pista hasta hace un mes. A mediados de enero, un cartero de Topeka (Kansas) abrió por fin un paquete que llevaba una dirección equivocada. Se encontró con el dibujo de un hombre flotando sobre una ciudad y notó además varios sellos de museos. Sorprendido, tuvo la buena idea de consultar la página web del FBI donde figuran piezas de arte robadas y descubrió el chagall. Pocos días después, los expertos confirmaron la autenticidad del paquete, que estuvo viajando por Minnesota antes de llegar a Kansas por error. La obra volvió ayer al Museo Judío, donde fue puesta en su lugar por la nieta del pintor, Bella Meyer, en una pequeña ceremonia a la que también asistió el avispado cartero.