Bono pagará la atención en centros privados a los enfermos que superen el tiempo máximo de espera

El Gobierno de Castilla-La Mancha impondrá tiempos máximos de espera en la sanidad pública de manera que, si no se cumplen, pagará al paciente la atención y el desplazamiento en centros privados autorizados de cualquier punto del país. A partir del 1 de enero de 2003 entrará en vigor la Ley de Garantía de Plazos de Respuesta en la Atención Sanitaria, que, por primera vez, fija plazos máximos de espera en cirugía, consultas externas y pruebas diagnósticas.

Una medida 'revolucionaria', según el consejero de Sanidad, Fernado Lamata, y que en el primer año de funcionamiento se marca como tiempos máximos de espera de 180 días (seis meses) para cirugía programada; 60 días, para las consultas externas, y 30, para pruebas diagnósticas. Si no se cumple, al finalizar este año, la Administración regional pagará esta atención en centros privados.

En estos momentos la espera máxima en cirugía programada es de 207 días, algo muy parecido a lo que ocurre en el caso de las consultas externas, donde se llega a aguardar unos 202 días, pero nada que ver con las pruebas diagnósticas (TAC, ecografías o mamografías) que alargan el tiempo de espera hasta los 442 días.

Este tipo de medidas ya ha sido puesto en marcha en Navarra y Andalucía, pero sólo para intervenciones quirúrgicas. En Castilla-La Mancha se quiere ir más allá, porque, según ha reconocido el consejero, tan importante o más que la cirugía es tener cuanto antes un diagnóstico, 'saber dónde está el problema'. Lamata es consciente de que se trata de un 'reto' muy importante, pero 'asumible, realista y meditado'. 'Una apuesta muy fuerte para dar una respuesta seria y meditada a este problema social', según el consejero. Para lograr su objetivo cuenta con 24 millones de euros en este ejercicio.

Se van a potenciar los recursos propios de cada centro, mejorando su capacidad de trabajo, tanto en quirófanos como en consultas de diagnóstico, que funcionarán mañana y tarde. Si no se cubre toda la demanda, se recurrirá a conciertos con la medicina privada. Ya se están manteniendo contactos con los profesionales sanitarios, que en cada centro coordinarán con los responsables del Servicio Regional de Salud Pública su puesta en marcha, para lo que se negociarán complementos por horas extra. Todo ello para llegar en un plazo de cuatro años a la lista cero: no más de 7 días de espera para pruebas diagnósticas, 15 días para consultas externas y 3 meses para cirugía.

A 31 de diciembre de 2001, en Castilla-La Mancha había 157.928 pacientes esperando (92,2 personas por cada mil habitantes, frente a los 54,8 por mil de media nacional). De éstos, más de 84.000 estaban pendientes de una cita con el especialista, 51.587 para pruebas diagnósticas y 22.162 pendientes de pasar por el quirófano.