Clos arranca del Partido Popular el respaldo total a la Carta de Barcelona
Unanimidad. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, arrancó ayer el apoyo incondicional del grupo municipal del Partido Popular a la Carta de Barcelona. Ese respaldo se plasmó en una declaración institucional, aprobada por unanimidad por las fuerzas políticas del consistorio, que reivindica la urgencia de que el Congreso de los Diputados apruebe la parte estatal de la Carta de Barcelona.
Fue una declaración consensuada por el equipo de gobierno (PSC, ERC, IC-V) y la oposición (CiU y PP) para confirmar el pleno apoyo al texto, aprobado en julio de 1997, cuya idoneidad fue puesta en tela de juicio la semana pasada por el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, que se mostró partidario de una ley de ciudades. La avalancha de críticas, sin embargo, forzó una rectificación del ministro.
'Hay que aprovechar el momento. Después del susto, ahora hay que hacer un llamamiento a todas las fuerzas políticas, a la Generalitat y al Gobierno central para que se inicie, sin pérdida de tiempo, la fase definitiva de la Carta', dijo el alcalde para cerrar el debate.
No se trata sólo de una declaración formal, ya que en el texto del acuerdo el Ayuntamiento expresa su apoyo a la presentación de una moción en el Senado -lo que está previsto para la semana póxima- que exprese 'la voluntad compartida para que se presente el correspondiente texto legislativo y el compromiso para que ello se produzca en el plazo más breve posible incorporando los contenidos del texto aprobado inicialmente por este Ayuntamiento'. Este punto había ocasionado ciertas prevenciones en el grupo municipal del Partido Popular
El contenido concreto de la declaración institucional fue objeto de negociación entre los presidentes de los grupos municipales y el PP prefería obviar cualquier referencia a la moción que se discutirá en el Senado. Lo que más preocupaba a Fisas era que la declaración pudiera erosionar al Gobierno del PP. Finalmente, aceptó el texto propuesto pero con la condición de que también incluyera un punto al desarrollo de la parte catalana. Es decir, la parte de la ley que depende del entendimiento entre el Ayuntamiento y la Generalitat.
En el turno de palabras abierto ayer tras la lectura de la declaración por parte de Ernest Maragall, Fisas quiso recordar que 'cada uno desde su puesto tiene que defender la carta que fue aprobada'. El acuerdo hace referencia también a la necesidad de 'verificar la ejecución' y el avance de la Carta en los aspectos de competencia catalana, como la constitución de algunos consorcios pendientes de ponerse en marcha. Este es un punto de fricción entre el Ayuntamiento y el Gobierno catalán, que se acusan mutuamente de poner trabas a la constitución de algunos consorcios, como el de Bienestar Social.
Además de la discusión sobre la Carta Municipal, la sesión plenaria de ayer tuvo un debate agitado entre el gobierno municipal y la oposición a propósito de la inseguridad ciudadana. La discusión se inició a propósito del incremento de la plantilla de la Guardia Urbana. CiU y el PP se alinearon en la tesis de que hacen falta más policías municipales para frenar el incremento de la delincuencia.
Pleno monográfico
En la respuesta, el concejal Ernest Maragall se refirió a los índices de delincuencia de varias capitales españolas: 'El incremento de la delincuencia de Barcelona ha sido del 1,79% en el área y del 2,8% en la capital. En Valencia, el año pasado aumentó el 27%, en Madrid, el 9,87%; en Málaga, el 10,66%; en Zaragoza, el 27%, y en Sevilla, el 19%'. Maragall rechazó la asociación del aumento de delitos a la plantilla de la Guardia Urbana -que este año ganará 50 agentes ya que entran 100 nuevos, pero 50 se retiran- e insistió en que las competencias sobre seguridad ciudadana son del Cuerpo Nacional de Policía y de los Mossos d'Esquadra, 'cuyo despliegue, por cierto, ha dejado a Barcelona para el final'. Pero Maragall insistió, sobre todo, en que las mejores armas contra la inseguridad son las reformas legales que permitan castigar al reincidente y la justicia rápida. El alcalde terció en reiteradas veces en el debate y llegó a decir que era necesario un pleno monográfico sobre el asunto. 'De acuerdo, pues convóquelo; usted es el alcalde', replicó la oposición.
En la sesión de ayer también se dio el pistoletazo de salida para la cesión de solares necesarios para construir 1.200 pisos de alquileres económicos para jóvenes en varios distritos de la ciudad y equipamientos para la tercera edad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.