Artes marciales contra el miedo
Mujeres maltradas asisten en Sevilla a clases de autodefensa para disuadir al agresor
P. tiene un agresor que aparece de vez en cuando. Su ex marido, del que lleva siete años en trámites de divorcio. 'Cuando lo veo me pongo tan nerviosa que lo único que hago es chillar. Llevo siempre un spray, pero al final acabo echándomelo casi entero yo', dice para quitarle dramatismo. Ella es una de las 50 alumnas inscritas en los cursos de defensa personal organizados por el área de violencia de género de la Delegación de la Mujer del Ayuntamiento de Sevilla, dentro del plan municipal de igualdad de oportunidades.
Las clases se dividen en dos grupos de 25 mujeres y se imparten dos días por semana en la asociación Sevilla-Japón. El entrenamiento físico que reciben se basa en técnicas de artes marciales como el kárate y el aiki jutsu. Sobre un tatami, lanzan patadas y puñetazos al aire y trabajan en pareja. En uno de los ejercicios, por ejemplo, el profesor intenta golpear con un palo de madera a la alumna y ésta lo tiene que esquivar. A veces le da sin querer y la alumna se queja. Pero el profesor, Pedro Pinar, tiene claro que él es 'un profesional' y que le han mandado a estas mujeres 'para que las enseñe a defenderse'.
'Tenéis que quitaos el miedo al golpe', les recuerda. 'Las situaciones tienen que acercarse lo más posible a lo que van a percibir el día de una agresión', subraya. Si consiguen controlar ese miedo, advierte Pedro, ganarán en seguridad. 'Aunque lo bueno sería que consiguieran disuadir al agresor'.
No todas las alumnas están en situación de riesgo de maltrato. También hay psicólogas, psiquiatras y mujeres que sufrieron agresiones en el pasado. Es el caso de M. 'He pasado miedo en mi vida. Ojalá hubiera hecho este curso antes', cuenta. 'Me llega en un momento en el que no lo necesito tanto, pero siempre es bueno aprender a actuar en estos casos. Aún no he tenido que usarlo, pero si se me presenta la ocasión me siento preparada'.
El curso empezó en noviembre y está a punto de acabar. Todas afirman que se sienten más seguras. 'Nunca le he tenido miedo a nada, pero a él sí porque lo conozco', dice P. 'Es ver un coche verde y me pongo a temblar. Pero ahora me veo más valiente'. Casi todas coinciden en que los primeros días les daba miedo atacar, extender el brazo con el puño cerrado, pero que ya lo han superado. 'Yo me creía muy blandengue y he descubierto que tengo una fuerza que no conocía', asegura una de ellas.
Estas mujeres, sobre todo las que han sido víctimas de malostratos, consideran que el agresor 'se crece ante el miedo'. Por eso es importante saber controlarlo. Con las clases de autodefensa, dicen, han aprendido a mirar a los ojos en vez de cerrarlos. 'Con sólo mirar a los ojos a la otra persona ya sabes el movimiento que va a hacer', advierte una de ellas. 'Además, si la otra persona no es un profesional de esto, al ver que lo afrontas, se intimida'.
Programas para salir del círculo
En 2001 se presentaron 2.667 denuncias en Andalucía por delitos o faltas de malostratos de maridos a sus esposas, según los datos de la Delegación municipal de la Mujer de Sevilla. La capital es la que registra más casos: 124 delitos (homicidios, lesiones, maltrato físico habitual y trato degradante) y 471 faltas (maltrato físico no habitual y vejaciones leves); le sigue Cádiz, con 105 denuncias por delitos y 464 por faltas. En total, 12 víctimas mortales.
La Delegación de la Mujer contempla varios programas enmarcados en el área de violencia de género cuyo objetivo es, según una de sus impulsoras, tratar de forma 'integral' el tema de la violencia y evitar que las víctimas 'se aíslen en su círculo de malostratos'.
Para ello, organiza cursos de formación y ofrece atención personal con un equipo de psicólogos, abogados, trabajadores sociales y educadores.
El curso de defensa personal es una más de las opciones y según la Delegación de la Mujer el consejo es que se complemente con otros cursos que ayudan a incrementar la autoestima y con programas de formación laboral. 'Así afrontan las agresiones desde muchos puntos de vista', dicen desde la Delegación.
Entre los objetivos de los cursos está también que las mujeres conozcan a otras con problemas similares o, incluso, sin ellos. Suelen formar grupos muy cohesionados y se sirven de apoyo las unas a las otras.
El servicio de teleasistencia, que la Delegación oferta desde hace algo menos de un año, es otro de los pilares del programa. Ya asiste a 13 mujeres y hay algunas en lista de espera. Las víctimas potenciales llevan un colgante o una pulsera con un interruptor que pulsan cuando se encuentran en situación de riesgo. Desde un dispositivo instalado junto al teléfono de su casa se envía la señal de alarma a una terminal de Cruz Roja y desde allí se avisa a la Policía, que acude de inmediato al domicilio de la víctima. Varias de las 13 mujeres que disponen de teleasistencia han precisado ya de sus servicicos.
Los días 16 y 17 de marzo el Casino de la Exposición de Sevilla acoge la Feria de Asociaciones de Mujeres, en el que, entre otras actividades, se darán a conocer estas iniciativas para invitar a 'salir del círculo' a aquellas que aún no lo han conseguido.
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