Isla Mágica se centra en lograr que los bancos condonen el 80% de su deuda y retrasa la búsqueda de socios
Emilio Carrillo, flamante presidente de Isla Mágica, el parque temático de Sevilla, presentó ayer, una semana después de acceder al cargo, las líneas maestras de la gestión de la sociedad en su nueva etapa. Según explicó Carrillo, teniente de alcalde del Ayuntamiento hispalense, la dirección del parque piensa trabajar en dos objetivos fundamentales: la normalización de la actividad en la temporada 2002, que se iniciará el 23 de marzo y durará hasta el 3 de noviembre, y el saneamiento económico-financiero de las maltrechas cuentas de la empresa.
El parque temático soporta a 31 de diciembre, según datos ofrecidos por Carrillo, la losa de una deuda de 10.800 millones de pesetas (cerca de 65 millones de euros), 1.080 de ellos dejados de pagar en el último ejercicio. El principal esfuerzo del nuevo equipo directivo del parque, ya reorganizado por el propio Carrillo, es lograr que el grupo de entidades financieras a las que la sociedad debe 6.500 millones de pesetas (algo más de 39 millones de euros) acepte condonar un 80% de esa deuda. Carrillo fue muy contundente al asegurar que 'si rechazan ese porcentaje, el parque cerrará a medio plazo y no cobrarán nada; si lo aceptan, al menos recuperarán el 20% de su dinero'.
'Espero que los bancos, con el ICO y el BBVA a la cabeza, sean inteligentes y acepten nuestro planteamiento', afirmó Carrillo, que espera resultados antes del próximo 30 de junio. Como mejor argumento para convencer a los bancos, el presidente aseguró que los accionistas mayoritarios, las cajas El Monte, San Fernando y Unicaja, están dispuestas a aumentar su aportación de capital para abonar esos 1.300 millones de pesetas al contado.
En la búsqueda del saneamiento económico, Carrillo afirmó que la dirección del parque trabaja ya también en lograr un ajuste aún mayor de sus costes. Con la eliminación de cuatro puestos directivos y la reducción del presupuesto para promoción y mercadotecnia, la empresa prevé ahorrar más de 300 millones de pesetas (unos dos millones de euros).
Además, la empresa prevé reutilizar espacios del parque, como el pabellón de España o el del futuro, siempre que sean operaciones rentables y de interés para la ciudad; exigir a las administraciones públicas que cumplan sus compromisos con Isla Mágica; y renegociar la deuda subordinada de 2.400 millones de pesetas aún pendiente con los antiguos accionistas. En cuanto a la búsqueda de un socio tecnológico, Carrillo aseguró que 'sólo cuando se haya conseguido el saneamiento económico, se estudiarán ofertas'.
