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Reportaje:

El puritanismo hiela el patinaje

Polémica en los Juegos Olímpicos ante el veto a las posturas 'sugestivas'

Los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City están siendo un gran éxito de organización y seguridad, toda una revancha de esta ciudad mayoritariamente mormona tras el escándalo de corrupción a miembros del COI hace cuatro años y los atentados del pasado 11 de septiembre. Pero las sorpresas continúan. El patinaje artístico, uno de los deportes más seguidos en Estados Unidos, es protagonista desde ayer de otra gran polémica. La introducción por parte de la federación internacional (ISU) de una norma que penaliza 'figuras que se consideren sexualmente demasiado sugestivas' y la bronca que se montó en la primera final de parejas, han provocado un terremoto en un deporte conservador en sus reglas y conflictivo habitualmente por las erráticas puntuaciones de los jueces.

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'Tras numerosas quejas sobre la elección de ciertas figuras, estamos muy preocupados al constatar que ciertas posturas pueden alejar al público de la televisión a causa de su indecencia', ha dicho un portavoz de la ISU para justificar la penalización de 0,1 décimas a quienes se sobrepasen. El asombro en los círculos más progresistas del patinaje es mayúsculo. '¿Sugerente es indecente?', se preguntaba ayer un delegado canadiense. 'La indecencia no está en las pistas de hielo, sino en las mentes retorcidas de algunos dirigentes y de jueces que siguen puntuando a su antojo conservador sin considerar la evolución de un deporte para hacerlo más atractivo', concluyó. La razón le asistía tras las lágrimas y el enfado por una dolorosa derrota, que ha sido destacada en todos los medios. La perfecta actuación de los canadienses Jamie Sale y David Pelletier en el programa final libre de parejas fue insuficiente para superar a los rusos Elena Bereznaya y Anton Sijarulidze, que habían sido mejores en el programa corto. Cinco jueces frente a cuatro decidieron entre los abucheos del público y es muy posible que a la eterna discusión sobre la discrecionalidad e injusticias en las puntuaciones se uniera la penalización a los canadienses por su ejercicio más cálido. Un bello rosario de saltos perfectos, alzamientos exactos y figuras estéticas y cariñosas, pero en absoluto inquietantes, fueron resaltadas por la falda mínima y abierta de Jamie, manejada como una pluma entre los brazos de su compañero, algo habitual en esta modalidad dada la diferencia de corpulencia de los patinadores.

La italiana Bárbara Fusar Poli, que con Maurizio Marsaglio luchará por el oro en danza, ha protestado con dureza por la norma: 'Nosotros patinamos en una pista de hielo, no en una iglesia. Consideramos nuestro deporte un arte y tratamos de cumplir plenamente los reglamentos, pero si una falda se levanta durante algún movimiento para eso están siempre debajo un slip y unas medias que preservan el pudor'. Marzaglio añadió: 'Los patinadores ya nos autocensuramos y no sólo tratamos de quitar de los ejercicios toda figura ambigua, sino también aquellas que puedan ser consideradas vulgares'. En la danza, a diferencia de parejas, los patinadores no se pueden separar, con lo que la norma les afectará más directamente.

Este caso del patinaje confirma las políticas dispares que demasiadas veces, como en el dopaje, siguen las federaciones internacionales de los distintos deportes, pese a pertenecer a las mismas asociaciones o al Comité Olímpico Internacional. Mientras unas parecen querer volver a las cavernas, otras se muestran muy permisivas y modernas, en busca de una mayor atracción. La de atletismo no ha tenido inconveniente en dejar a sus participantes femeninas, especialmente a las velocistas, usar prendas cada vez más apretadas o incluso dos piezas, en busca de un mayor aerodinamismo o simplemente de la comodidad para centrarse en el esfuerzo de la carrera o el salto. La de voleibol introdujo hace ya años que las jugadoras usaran camisetas ajustadas y pantalones no ya cortos, sino apretados, slips mínimos para 'tener más libertad de movimientos' y, de paso, ser 'más atractivas estéticamente a la vista'. Según sus directivos, ello redundaría en la mayor popularidad de su deporte, y así ha sido. En gimnasia nadie se asusta ya ante los maillots que se utilizan. El patinaje quizá ve fantasmas eróticos.

Jamie Sale y David Pelletier, en la final por parejas.
Jamie Sale y David Pelletier, en la final por parejas.ASSOCIATED PRESS

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