Dimite por sorpresa el 'número dos' de UPN en Pamplona alegando 'motivos personales'

José Ignacio Labiano, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Pamplona, concejal delegado de Urbanismo y hombre de confianza de la alcaldesa Yolanda Barcina, presentó ayer sorpresivamente la dimisión de todos sus cargos aduciendo 'motivos personales'.

Labiano está imputado en la investigación que lleva un juzgado de Pamplona contra diversos responsables públicos por las obras del aparcamiento subterráneo de la Plaza del Castillo y, al igual que sus compañeros, se veía obligado a contar con escolta policial ante las amenazas terroristas.

El secretario general de UPN, Alberto Catalán, reconoció ayer que la cuestión de la seguridad 'también ha podido influir' en el abandono. En el escueto comunicado remitido por el dimisionario a la comisión de gobierno municipal, Labiano afirma 'lamentar profundamente' no agotar la legislatura, expresa su voluntad de dedicarse a su actividad empresarial y 'prefiere' dejar en manos 'de quienes realmente sienten la vocación política' la tarea de continuar con los proyectos iniciados. Sus compañeros del grupo de UPN recibieron la noticia con 'consternación', en palabras de la portavoz del grupo, María Kutz, y 'sorpresa', según Gabriel Viedma, ya que desconocían sus intenciones.

El partido mayoritario negó que la dimisión de Labiano, que sustituía a la alcaldesa Barcina en sus ausencias y que se integró en 1999 como independiente en las listas regionalistas, obedezca a su imputación en la querella vecinal contra los impulsores del polémico aparcamiento de la Plaza del Castillo o a la necesidad de contar con escolta policial. 'No hay ninguna crisis interna. Se trata de una decisión explicable en la incompatibilidad de Labiano para poder seguir simultaneando sus trabajos profesionales y su dedicación pública', indicaron fuentes de UPN.

Sin embargo, su marcha se produce en un momento sumamente inoportuno, a apenas un año de las elecciones locales y en pleno apogeo del contencioso jurídico y judicial sobre la Plaza del Castillo. Labiano vivió a finales de 2000 una delicada situación tras conocerse que participó en una votación para modificar el PGOU de Pamplona y legalizar la situación de cientos de despachos y sedes empresariales, entre ellas Bel Nature, que él preside y de la que es copropietario, que se ubicaban irregularmente en edificios de viviendas.