El Museo Vasco recuerda el valor cultural del camino que unía Bermeo y Castilla

Las vías de comunicación no sólo han servido a lo largo de la historia para difundir la cultura, sino que son notable elemento del patrimonio cultural. La exposición De Bermeo a Castilla: camino y patrimonio así lo rememora desde hoy en el Museo Vasco de Bilbao (Plaza Miguel de Unamuno, 4), agrupando las huellas arquitectónicas, arqueológicas y etnográficas del recorrido que une el puerto vizcaíno con las tierras de la meseta, en un eje cronológico que abarca desde el siglo XV hasta el XIX.

Fotografías, documentos, restos paleolíticos, pinturas y objetos de diferentes tipos, desde collares a calesas, componen la muestra, que es el primer resultado de un trabajo de investigación desarrollado por el Museo Vasco con el patrocinio del Departamento de Obras Públicas de la Diputación de Vizcaya.

La exposición se reparte en dos salas. La primera se dedica al espacio geográfico en el que está inmerso el camino, uno de los primeros que aparecen documentados en Vizcaya. En esta parte, la muestra se detiene en las principales villas que jalonan el itinerario (Bermeo, Gernika, Durango y Otxandio), en el patrimonio natural y en los rasgos culturales.

La segunda sala se centra en los medios de transporte que circularon por el camino entre la costa vasca y Castilla, la seguridad y otros aspectos técnicos. Un carro listo para ser tirado por bueyes y la calesa que en el siglo XIX utilizó la fábrica metalúrgica de Santa Ana de Bolueta son el centro de atención de este espacio. Y entre los documentos históricos y las fotografías, destacan los maniquíes que portan los uniformes de los policías forales que guardaban los caminos de Vizcaya hace más de 100 años.