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Reportaje:

Burla a la seguridad de Heathrow

Dos hombres se llevan 7,5 millones de euros del aeropuerto londinense

El aeropuerto de Heathrow vivió ayer el primer robo de este siglo. Sin más armas que una camioneta con el anagrama de British Airways y disfrazados como guardias de seguridad, dos hombres penetraron pasadas las seis de la mañana en una zona de alta seguridad del aeropuerto, pararon un furgón, maniataron a su conductor y se llevaron 6,5 millones de dólares en billetes (casi 7,5 millones de euros) que acababan de llegar en un vuelo procedente de Bahrein. Los ladrones salieron de las instalaciones aeroportuarias con la misma facilidad con la que habían entrado.

El robo está lejos en cuantía de los 292 millones de libras en certificados de depósitos robados en 1992 en la City de Londres por un mensajero que acabó en la cárcel. Quizá no tenga la leyenda del mítico asalto al tren de Glasgow en 1963. Pero el atraco a un furgón en la terminal 4 de Heathrow ayer no sólo supone uno de los de mayor cuantía en dinero en efectivo en el Reino Unido, sino que pone en evidencia todas las medidas de seguridad que se supone que protegen el mayor aeropuerto de Londres desde los ataques terroristas del 11 de septiembre.

Los atracadores superaron todos los controles disfrazados de guardias sin llegar a utilizar armas
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La policía, que apenas ha dado detalles del atraco, afirmó por la tarde que busca a dos asiáticos como autores del asalto. Su audaz operación se realizó a primerísima hora de la mañana, cuando, disfrazados de guardias de seguridad, atravesaron todos los controles de seguridad por el sencillo método de entrar con una furgoneta Renault Master camuflada como cualquier otra de reparto de British Airways. Los expertos denuncian que su entrada demuestra graves fallos en los controles para acceder a las pistas de Heathrow o pone en evidencia que contaron con apoyo desde el interior del aeropuerto. Aparentemente, el atraco se realizó sin que en ningún momento llegaran a enseñar arma de fuego alguna.

El dinero en efectivo llegaba en un vuelo procedente de Bahrein, uno de los ricos emiratos del golfo Pérsico. Aunque el avión se dirigía luego a Nueva York, parece que el dinero iba a quedarse en el Reino Unido. Scotland Yard, que investiga el caso mediante su unidad volante, no ha informado sobre los propietarios de los dólares sustraídos.

Con la misma facilidad con que entraron, los atracadores abandonaron sin mayores problemas las instalaciones del aeropuerto sin que nadie, salvo el maniatado conductor del furgón de British Airways y quizá algún colaborador aún no detectado, supiera que acababa de ocurrir uno de los mayores robos de la historia de Gran Bretaña. La furgoneta apareció poco después envuelta en llamas en Feltham, en Middlesex.

'Se supone que tras el 11 de septiembre deberíamos tener uno de los mayores niveles de seguridad en nuestros aeropuertos, pero es evidente que eso no es así', se quejaba ayer Chris Yates, un experto en seguridad aeroportuaria, en declaraciones a la BBC. A su juicio, el atraco pone de relieve que 'ha fallado el control de los accesos como impedir que entren extraños a una zona de alta seguridad del aeropuerto'. 'Al parecer, nadie ha parado el vehículo para hacer un control cuando se dirigía a las pistas de alta seguridad', declaró.

'La otra posibilidad', aventuraba Yates, 'es que han tenido algún tipo de colaboración desde dentro. Y si hay algún criminal entre el personal del aeropuerto, es un problema grave que se ha de abordar cuanto antes. Desde el 11 de septiembre se supone que queremos tener los más altos niveles de seguridad del mundo'.

La policía se ha mostrado hasta ahora muy cauta. No ha querido ni siquiera confirmar que el dinero robado asciende a 6,5 millones de dólares. Su principal pista son las declaraciones que haya podido hacer el conductor del furgón asaltado. De 35 años de edad, el conductor no sufrió ninguna herida, pero, afectado por un fuerte choque emocional, tuvo que ser ingresado en un hospital.

Dos policías vigilan el aeropuerto de Heathrow el pasado mes de octubre.
Dos policías vigilan el aeropuerto de Heathrow el pasado mes de octubre.ASSOCIATED PRESS

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