_
_
_
_
_

Las obras de la 'nueva Castellana' arrancarán al final del verano

La operación modificará el eje norte y costará 1.500 millones de euros sólo en infraestructuras

La comisión municipal de Urbanismo aprobará mañana enviar al pleno del Ayuntamiento la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana para ampliar la edificabilidad y dar así vía libre al proyecto de prolongación del paseo de la Castellana, conocido como Operación Chamartín. Esta operación consiste en construir, sobre las actuales vías férreas, una nueva estación y miles de viviendas y oficinas. La tramitación de esa modificación del plan permitirá que a finales de verano se inicien los primeros trabajos en la principal operación urbanística planteada en Madrid: la prolongación, a lo largo de 3,4 nuevos kilómetros, del paseo de la Castellana, desde el nudo Norte (junto al hospital de La Paz) hasta la M-40.

El volumen de edificabilidad permitido en esa zona quedará fijado en 1,05 metros cuadrados construidos en cada metro cuadrado de terreno. Actualmente esa edificabilidad está en 0,6 metros. Las tres administraciones (Comunidad de Madrid, Ministerio de Fomento y Ayuntamiento) han aceptado que haya mayor número de edificios y más altos para que una parte de los costes de esa operación urbanística sea sufragada con las plusvalías que se generen.

El Ministerio de Fomento, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital financiarán parte de las infraestructuras, aportando entre las tres administraciones 294 millones de euros (49.000 millones de pesetas), un 20% del total.

Cuando, en 1993, Renfe adjudicó el proyecto a Argentaria, las bases del concurso establecían que toda la operación sería financiada con las plusvalías generadas. Argentaria creó la empresa Desarrollo Urbanístico Chamartín (Duch) para llevar a cabo sus planes.

Duch, que actualmente pertenece al grupo BBVA, presentó en julio de 1997 un informe en el que planteaba 53 infraestructuras para construir o modificar en la zona, y advirtió de que la edificabilidad del 0,6 no generaría beneficios suficientes como para financiar los 150.000 millones de pesetas (900 millones de euros) que iban a costar dichas construcciones. Duch concluyó que, si no se aumentaba la edificabilidad, las administraciones tendrían que financiar parte de las obras.

En diciembre pasado, los responsables de urbanismo de las tres administraciones implicadas -Benigno Blanco, secretario de Estado de Fomento; Luis Eduardo Cortés, vicepresidente regional y consejero de Urbanismo, e Ignacio del Río, concejal del área- acordaron satisfacer ambas propuestas, que Duch había planteado como alternativas: subir la edificabilidad y poner dinero público. Para justificar esas medidas, han actualizado los costes de las infraestructuras, evaluándolas ahora en 1.502.530.260 euros (250.000 millones de pesetas). La operación abarcará tres millones de metros cuadrados.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Salir del atasco

El nuevo escenario creado tras ese acuerdo ha conseguido sacar a la Operación Chamartín del atasco en el que se encontraba. El acuerdo, sin embargo, ha sido criticado desde los grupos de la oposición, PSOE e IU, por considerar que beneficia a una empresa privada. El Ayuntamiento y la Comunidad argumentan, en cambio, que se han incluido nuevas infraestructuras, como son mejoras en la red viaria, una nueva línea de metro, mayor cubrimiento de las vías e incremento de las calles.

El Ayuntamiento era el más reacio a permitir edificios con demasiada altura, pero, el pasado viernes, Ignacio del Río señaló: 'La nueva edificabilidad producirá una imagen urbana y permitirá construir una docena de edificios emblemáticos que jalonen la Castellana y ofrezcan la mejor arquitectura y funcionalidad'. Esos edificios o hitos arquitectónicos, propuestos por el Gobierno regional en 1998, servirán para acoger centros empresariales y hoteleros de alta representación, según aseguró el concejal.

Las viviendas, oficinas, hoteles y equipamientos representan el 15% del total de la superficie del proyecto; el 85% restante será para redes de comunicación, áreas de equipamientos, dotaciones públicas y zonas verdes, que ocuparán aproximadamente 400.000 metros cuadrados sobre las actuales vías de la estación de Chamartín.

Dos de las principales obras en las que se invertirá dinero público son el Nudo Norte (66,7 millones de euros, unos 11.100 millones de pesetas) y el Nudo de Fuencarral (27,04 millones de euros, unos 4.500 millones de pesetas).

El reordenamiento de la zona implicará el traslado de las instalaciones del Canal de Isabel II fuera de la Castellana, lo que supondrá un gasto de 18,6 millones de euros (3.100 millones de pesetas); además, se hará una nueva línea de metro -con cinco estaciones para dar servicio a los nuevos barrios- que costará 135,8 millones de euros (22.600 millones de pesetas).

La propia prolongación del paseo de la Castellana tendrá un coste de 41,47 millones de euros (6.900 millones de pesetas), y la ampliación de la estación de Chamartín y otras infraestructuras ferroviarias costará 210,3 millones euros (35.000 millones de pesetas).

El sistema nacional del transporte ferroviario, fundamental para la red de alta velocidad de Madrid, se verá beneficiado con este proyecto. Tras la remodelación de la estación de Chamartín, ésta podrá acoger un total de 50 millones de viajes al año en 2030, frente a los 22 millones de viajes anuales que se registran en la actualidad.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_