Hogares sin ladrillos
La firma almeriense levanta chalés modulares sin necesidad de licencia
Dicen que la necesidad agudiza el ingenio y que las grandes ideas nacen de las pequeñas soluciones a problemas cotidianos. Eso le debió ocurrir a José Ruiz Lloret cuando quiso ampliar la cocina de su casa y también algunos metros de la casa de su hija. Este empresario afincado en Almería no dudó en utilizar para su propósito los mismos materiales que emplea en la labor que le ha ocupado toda su vida: construir cámaras frigoríficas.
'Llevamos haciendo cámaras 20 años. Hacemos divisiones y paneles y la gente especificaba medidas y desgloses: 'Oye, por qué no me sacas una habitación en este espacio o quizá un habitáculo en este otro'. Por eso se me encendió la bombilla', cuenta el empresario. Así, en febrero de 2001, nació Andaluza de Bungalows, una empresa que instala casas prefabricadas a medida.
Las viviendas que ensamblan surgen como una derivación de las cámaras frigoríficas con las que tanto ha trabajado Ruiz Lloret, al estar creadas a partir del panel tipo sándwich tanto en cubierta como en cerramientos verticales, y totalmente aisladas térmica y acústicamente. 'Estos paneles están formados por dos capas de acero galvanizado por ambas caras con un espesor de 60 milímetros. El núcleo es un aislamiento de poliuretano inyectado. Normalmente otros fabricantes hacen paneles de aglomerado cerrado de unos cuatro centímetros; el nuestro es aislante tanto de frío como de calor y de seis centímetros, además, no inflamabes. Damos una garantía de 10 años y no tiene ningún tipo de mantenimiento', describe Fernando Rodríguez, uno de los técnicos de la empresa.
La labor de la empresa almeriense se limita al corte de los paneles, la compra del resto de materiales y el ensamblaje posterior de las piezas. La única fabricación propia es la estructura.
El abanico de viviendas ofertadas varía en función de si las casas son transportables -con un menor coste en el montaje- o si se construyen in situ. Todas cuentan con una altura de 2,55 metros y, amén de los metros cuadrados que uno mismo pueda requerir, existen las medidas estándar de 30, 43 y 60 metros cuadrados. 'Lo principal de esta alternativa de vivienda es que no se requiera ninguna licencia de obra. Por lo general, la casa se asienta sobre una plancha de hormigón y unas vigas de hierro que se anclan y sobre las que se asienta el esqueleto de la casa y las cubiertas', apunta Rodríguez.
La carpintería interior presenta puertas de 35 milímetros de grosor, macizas, recubiertas con maderas nobles y terminadas con barniz. Las ventanas, construidas en aluminio, cuentan con cristal de seguridad y doble laminado con cámara de aire. Andaluza de Bungalows entrega todas sus viviendas con la cocina instalada (placa, extractor, calentador y frigorífico) y los baños con saneamiento.
La instalación de agua caliente y fría se realiza con tubería de polietileno con accesorios de bronce macizos y desagües de sanitarios en tubos hechos de PVC. En relación con la toma de electricidad, cada casa instalada consta de tres circuitos independientes con diferencial de 40 amperios. Se instala un sistema de toma de tierra completo que se complementa con un cuadro de protección, interruptor diferencial y automáticos magnetotérmicos.
El efecto de las fachadas exteriores, pintadas con rodillo, es el del aspecto de las paredes pintadas con la técnica de la gota. Los interiores, por su parte, pueden forrarse de parqué flotante y moquetas al gusto de cada cliente. 'Nos hemos centrado en hacer algo de calidad. En un primer momento se estudió la manera de hacer algo en serie pero con cierta estética, que erradicara la imagen del barracón que todos tienen cuando piensan en una casa prefabricada', sostiene el gerente de la empresa, José Ruiz. Desde la propia dirección que la oficina ofrece en Internet cualquiera puede elegir entre una gran variedad de modelos e incluso diseñar su propia vivienda en colaboración con el departamento técnico de la empresa para adaptarla a sus necesidades.
600 euros por metro de casa
Lo de comprar casas prefabricadas es algo que no termina de cuajar en el mercado español. De hecho, el perfil de cliente de Andaluza de Bungalows responde a personas que ya tienen vivienda y desean una segunda, la prefabricada, en terreno rústico. Entre los clientes más usuales figuran un sinfín de campings y casas rurales con vistas al turismo ecológico. Pero cualquiera puede acceder a una de estas viviendas por 18.200 euros (unos tres millones de pesetas) que es el importe de la más pequeña, de 30 metros cuadrados, hasta los 29.000 euros (casi cinco millones) por la de 60 metros cuadrados. Las condiciones de pago suponen la entrega del 30% del importe total al confirmar el pedido, el 40% en la descarga de la mercancía y el 30% restante con la entrega de las llaves. El que la licencia de obra no sea necesaria para levantar una de estas viviendas es, sin duda, la mayor de sus ventajas. El vacío legislativo sobre el tema permite su instalación en casi cualquier lugar a excepción de la línea de costa y parques naturales.
