_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Regresar a Madrid

Decía Renard: 'El crítico no sólo debe decir la verdad, debe conocerla'. Eso es lo que parece animar la carta que remite mi paisano, Federico Durán, donde desgrana, en una prosa lorquiana, raídos tópicos acerca de Madrid y de sus gentes. Los tópicos distorsionan la realidad, alejan a los pueblos de una perspectiva clara, y lo que es peor, predisponen el ánimo adverso y condicionan perniciosas actitudes futuras. Lorca no se sentiría orgulloso de esos valores, quizá Arzallus sí.

Soy andaluz, gaditano para más señas -sabemos mucho de los tópicos infundados por mi tierra- y enamorado de una ciudad, Madrid, que considero como mi ciudad y de unas gentes que siento tan cercanas a mí como las de Andalucía. Y ello porque me entregué al Madrid de todos los ángulos y perspectivas. Un Madrid trepidante, bullicioso, frenético. Sí..., pero sólo a veces. Vemos lo que queremos ver, o lo que nos enseñan a ver.

Amo los tranquilos paseos por las recoletas calles del Madrid de los Austrias, donde puedo respirar la historia de la villa y corte; me abandono a las fragancias del Retiro en una soleada mañana de invierno -quienes hayan visto la intensidad del azul del cielo madrileño una de esas mañanas saben de lo que escribo-; siglo los olores de la comida tradicional en el Arco de Cuchilleros; extraño a menudo las charlas del grupo de amigos con los que -siguiendo una ancestral y típica costumbre madrileña- me cito en uno de los incontables bares cuya clientela es tan habitual que el ambiente que reina podría calificarse sin dificultades de 'familiar'. La vida en Madrid gira en torno a la calle: bares, teatros, cafés, actividades en los parques, cines, clubes, casas autonómicas. Tantas y tantas cosas para hacer de manera sosegada...

Hacer amigos en Madrid es fácil, porque el madrileño es abierto, franco, dialogante y, sobre todo, acogedor. ¿Cuántas familias andaluzas nos sentimos ya en parte madrileñas por el cariño con el que nos han acogido sin preguntar de dónde veníamos? Vallecas, Valdemoro o Leganés pueden contarlo, yo puedo contarlo. Madrid que nos engancha, Madrid que nos enamora con sus encantos, Madrid... esa gran desconocida.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_