La anterior dirección del aeropuerto bilbaíno contrató obras sin proyecto ni inversión

La construcción de la nueva terminal del aeropuerto de Bilbao tuvo graves irregularidades en al menos siete adjudicaciones de obras, en las que no consta la ejecución de trabajos por 400.000 euros (66 millones de pesetas), según un informe pericial. El juicio laboral por el despido del anterior director, Segismundo López-Santacruz, quedó ayer visto para sentencia. El alto cargo reconoció que su madre cobraba el alquiler del piso que mensualmente le pagaba AENA, el ente gestor de los aeropuertos.

Esta vista oral ha sido la primera celebrada por este caso, que se encuentra también en fase de diligencias en un juzgado de Instrucción bilbaíno por la vía penal después de que el pasado mes de junio la Fiscalía del País Vasco culpase a López-Santacruz de presuntos delitos de estafa, malversación de caudales públicos y falsificación de documentos.

En la sesión de ayer se conocieron nuevos datos sobre anomalías en la contratación de obras. La víspera se difundió que la anterior dirección del aeropuerto bilbaíno adjudicó a dedo trabajos por valor de 5,4 millones de euros (más de 900 millones de pesetas) a dos constructoras -Enrique Otaduy SL y Construcciones Larrañeta SL- que tienen el mismo administrador. En estas adjudicaciones, según la auditoría interna de AENA, se repiten anomalías como liquidaciones engañosas, sobreprecios y partidas no incluidas en el proyecto.

La defensa jurídica de AENA señaló, en sus conclusiones, que se adjudicaron cuatro expedientes a Construcciones Larrañeta sin proyecto de obra ni presupuestos, 'lo que ha sido reconocido por el abogado' de la constructora. 'Y luego hay una reclamación de 34 millones de Construcciones Larrañeta, ante lo que el aeropuerto dice que se iba a crear un quinto expediente y se cobraría de ahí. Esto no lo he visto en la vida: crear un expediente para un supuesto exceso de obras de otros expedientes y que no conocemos su objeto', agregó el letrado del ente estatal.

AENA incidió en las anomalías en las contrataciones, especialmente en siete casos con 'irregularidades graves'. El letrado detalló la existencia de sobreprecios y expuso el informe pericial encargado, que 'sólo pudo verificar el 66% de los trabajos [de esos siete expedientes] por valor de 206 millones de pesetas', mientras que el porcentaje 'no ejecutado es del 31%, unos 66 millones'. Se refirió de nuevo al alquiler del piso que AENA pagaba al ex director, a nombre de su madre, pero 'manipulando el nombre y los apellidos para ocultar su identidad'. Según sus cálculos, López-Santacruz obtuvo unos beneficios de 100.000 euros (17 millones de pesetas) con esta operación. 'El único criterio del director ha sido el de la pura arbitrariedad y falta de diligencia', dijo.

El defensor del ex director volvió a restar credibilidad a las irregularidades en las adjudicaciones y cuestionó tanto la auditoría como el informe pericial. Sobre el alquiler de la vivienda, destacó que la firma de los recibos era la de la madre el ex director y que la aparición de un nombre diferente pudo deberse a un 'error al transcribir'. El abogado de López-Santacruz se centró en demostrar que los hechos han prescrito, por lo que el despido debe ser improcedente. Además, sostuvo que las declaraciones de los testigos han evidenciado 'que han sido coaccionados'.

'No me di cuenta'

López-Santacruz reconoció, a preguntas del letrado de AENA, que su madre cobraba la renta de la vivienda y que todas sus acciones 'contractuales' eran conocidas por sus superiores.

En la vista se ha conocido que el ex director pasó a la empresa gastos de electricidad y teléfono por 12.000 euros (dos millones de pesetas), cantidades que reintegró al incoársele el expediente sancionador. 'No me di cuenta', se justificó. Además facturaba 45.000 pesetas por el alquiler de un garaje para su coche, también cobrado por su madre, 'porque estaba en las condiciones' de su contrato, lo que fue negado por AENA.