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El Ejecutivo cree que el incumplimiento del Estatuto amenaza a la convivencia

El PSE rechazará hablar de 'potencialidades' futuras sin previo acuerdo de transferencias

El País

La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, abrió ayer en nombre del Ejecutivo las comparecencias ante la comisión parlamentaria especial de autogobierno apostando por una 'reformulación' del pacto político de 1979 que dio lugar al Estatuto de Gernika. Zenarruzabeitia justificó esa necesidad en la 'petrificación' en que ha caído el texto y su desarrollo y en el peligro que, a su entender, acecha al autogobierno e incluso a la propia 'convivencia democrática' en Euskadi por el 'incumplimiento del Estatuto'. El PP le replicó que hacía un discurso 'incendiario' y que no es el Estado el que ha entrado en una regresión autonómica, sino el nacionalismo el que está en 'regresión democrática'.

El enfrentamiento entre Zenarruzabeitia y el portavoz del PP, Leopoldo Barreda, dio las pistas del camino por el que puede transcurrir el debate en la comisión: no hubo ni una insinuación, no ya de coincidencia, sino ni siquiera de aproximación de posturas. La comparecencia transcurrió por cauces casi calcados a los del debate monográfico sobre autogobierno del 25 de octubre pasado, el que dio lugar a la creación de esta comisión y en el que ya el lehendakari, Juan José Ibarretxe, apuntó su apuesta por la búsqueda de un nuevo consenso estatutario.

Tras un recorrido histórico de lo ocurrido a su entender desde 1979, la número dos del Ejecutivo presentó el diagnóstico oficial del Gobierno, el de la ilusión y las expectativas defraudadas y el pacto de 1979 'incumplido' por 'falta de voluntad política' de los sucesivos gobiernos centrales. Para apuntalar esta afirmación, y rebatir el argumento de Barreda, quien atribuyó a la opción nacionalista por el pacto de Lizarra la imposibilidad de todo acuerdo, Zenarruzabeitia recordó que, con un acuerdo parlamentario del PNV con EH vigente y la tregua etarra rota, se firmaron la paz fiscal y la transferencia de la A-8. Fue la mayoría absoluta del PP en los comicios de 2000 y la posibilidad de prescindir de los nacionalismos para gobernar lo que le permitió a La Moncloa 'petrificar' el desarrollo del Estatuto, dijo la vicelehendakari.

Zenarruzabeitia rescató el texto del acuerdo de Ajuria Enea de 1988 para revalidar una advertencia contenida en él: la que pedía un desarrollo rápido y generoso de la autonomía y señalaba los riesgos para la convivencia que acarrearía su retraso. Ayer, Zenarruzabeitia reclamó aquel texto unitario para advertir de que ya no se trata de 'retraso', sino de claro 'incumplimiento', y que éste pone en peligro el propio autogobierno y amenaza incluso la 'convivencia democrática' por la 'sensación de frustración e inestabilidad y de pérdida de espacios de consenso' que tiene, a su juicio, la sociedad vasca.

Zenarruzabietia llegó a hablar de 'Estatuto no nacido por incumplido'y de 'autogobierno flotante' y a criticar el 'mercadeo' con los gobiernos centrales, en el que reconoció haber entrado para lograr transferencias. 'Hemos debido pagar por lo que ya era nuestro', apuntó.

La vicelehendakari, como hizo Ibarretxe en octubre, reivindicó los acuerdos parlamentarios que tasan las transferencias pendientes y las 'potencialidades' que el propio marco estatutario contiene para alcanzar esa 'reformulación' del pacto de 1979, y citó expresamente la Disposición Adicional del texto de Gernika, aún 'no explorada'. En este punto fue agriamente rebatida por Barreda, quien calificó esa disposición de 'cláusula residual' y no 'de apertura' hacia un nuevo marco. 'Ninguna norma prevé su propia voladura', indicó.

Barreda acusó a Zenarruzabeitia de hacer no ya un discurso 'descarnado', como había dicho ella misma, sino 'incendiario y ajeno a la realidad'. Le recordó que la ecuación 'a más autonomía menos terrorismo' no ha funcionado, en un argumento que usó para negar la incidencia sobre la convivencia de un mayor o menor autogobierno. Zenarruzabeitia había defendido antes el 'valor sobre la convivencia de un nuevo pacto' que incluya un nuevo 'marco relacional con el Estado'.

El socialista Rodolfo Ares anunció su oposición a discutir las 'potencialidades' a que se refirió la vicelehendakari sin un acuerdo previo sobre transferencias pendientes e interrogó a Zenarruzabeitia sobre su fe en que el Gobierno actual esté 'en condiciones' de lograr un nuevo consenso y cuáles serían sus cesiones para alcanzarlo.

Batasuna calificó al Gobierno de 'mártires del Estatuto' y señaló la contradicción de creer en un nuevo pacto tras el balance negativo efectuado.

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