Koizumi destituye a la popular ministra de Exteriores de Japón
Makiko Tanaka se ganó la enemistad de la 'vieja guardia' del PLD
El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, destituyó ayer a la ministra de Exteriores, Makiko Tanaka, que se había granjeado la enemistad de la vieja guardia del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) y de buena parte de los diplomáticos por su lucha implacable contra la corrupción. Tanaka, la ministra más popular de Japón, perdió la batalla contra los barones, acostumbrados al uso propio de los fondos públicos.
Koizumi anunció su sorprendente decisión minutos después de que la Cámara baja aprobara un suplemento al presupuesto de este año 2002 para sacar a flote la deteriorada economía japonesa. Koizumi aseguró que ha destituido a la ministra porque la situación interna del Ministerio de Asuntos Exteriores 'ha salpicado al Gobierno en pleno e influye en las deliberaciones del Parlamento'.
Los enfrentamientos de Tanaka con la vieja guardia del PLD llegaron a convertirse en auténticos escándalos. El más reciente fue el mantenido con el diputado Muneo Suzuki, con motivo de la cumbre para la reconstrucción de Afganistán, celebrada en Tokio la semana pasada. El viceministro de Exteriores, Yoshiji Nogami, que también ha sido destituido, se puso del lado de Suzuki, y el escándalo llegó al Parlamento, que para forzar la dimisión de Tanaka retrasó el debate sobre unos fondos que el primer ministro considera fundamentales para apoyar su reforma económica.
Tanaka dijo que poco antes del debate parlamentario fue convocada al despacho de Koizumi, el cual le dijo que necesitaba que abandonara su cargo. El portavoz del Gobierno, Yasuo Fukuda, le presentó a la firma una carta de dimisión.
El primer ministro, que ha decidido que, al menos de momento, ocupará la cartera de Exteriores, declaró que se sentía responsable de las luchas desatadas en el Ministerio de Exteriores. 'Tenía que ejercer mi responsabilidad y alcancé esta conclusión', dijo Koizumi, que, según las últimas encuestas, sigue manteniendo una altísima popularidad, superior al 72%.
Makiko Tanaka, hija del anterior líder del PLD, Takuei Tanaka, trató desde su nombramiento, hace un año, de hacerse con el control del Ministerio de Exteriores y limpiarlo de la rampante corrupción, pero desde el principio chocó de frente con la nomenklatura diplomática, acostumbrada a llenarse los bolsillos con fondos públicos.
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