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La crítica a la situación de la mujer une a las artistas Ghada Amer y Shirin Neshat

La exposición 'Doble filo' muestra sus trabajos en Bilbaoarte

La exposición Doble filo presenta conjuntamente en Bilbaoarte (Urazurrutia, 32) la documentación fotográfica de intervenciones urbanas de Ghada Amer (El Cairo, 1963) y una videoinstalación de Shirin Neshat (Qazvin, Irán, 1957). Ambas artistas, residentes en Nueva York, denuncian la subordinación de las mujeres en el mundo. 'Con su arte, Ghada Amer y Shirin Neshat contribuyen a crear un mundo que no discrimine sexos, géneros, sexualidades, razas o clases sociales', destaca el comisario de la exposición, Xabier Arakistain.

Ghada Amer colocó el pasado verano en el Raval, en Barcelona, un jardín de arena titulado Hoy el 70% de los pobres del mundo son mujeres. Es el último ejemplo de su serie de intervenciones urbanas en distintos países, en las que diseña parques y composiciones florales, una actividad que complementa sus pinturas abstractas, sobre las que borda motivos eróticos.

El intimismo de la pintura de Amer contrasta con sus intervenciones en espacios públicos, en las que reclama el derecho de las mujeres a salir del ámbito doméstico y ocupar los territorios de la vida pública que les han sido negados a lo largo de la historia. Doble filo, que estará abierta al público hasta el 16 de marzo, presenta las fotografías de esas intervenciones urbanas, realizadas en los últimos año en puntos tan dispares como el Teatro Romano de Sagunto (Valencia), un parque la ciudad estadounidense de Santa Fe o el Museo Metropolitano de Pusan, en Corea.

El comisario de la exposición plantea que el nexo de unión de estas dos artistas, procedentes ambas de Oriente Medio pero residentes en Nueva York, es un postulado artístico y teórico de denuncia de la subordinación de las mujeres en el mundo. 'Las dos ofrecen nuevas imágenes que cuestionan los estereotipos patriarcales que sustentan esta discriminación y comparten la práctica de un arte con decidida vocación social, un interés específico por criticar e intervenir en el terreno social', explica Arakistain.

El nombre de la iraní Shirin Neshat, una fotógrafa que no puede exponer en su país, se identifica con sus imágenes en blanco y negro de mujeres islámicas ataviadas con el chador. En Doble filo está representada por la videoinstalación Anchorage (1996), en la línea de sus trabajos de crónica de la femineidad enmudecida en el mundo islámico. 'Testimonia la historia de una negación y a la vez su propia negación a aceptar este destino', prosigue el comisario.

El título Doble filo hace referencia al juego de dualidades de una exposición de dos artistas, pero también pretende subrayar 'la herramienta básica conceptual' que ambas utilizan: 'el concepto de lo femenino en las sociedades patriarcales'.

'La femeneidad, una construcción masculina, es un arma de doble filo, puesto que sirve para retener a las mujeres en un estado de ciudadanas de segunda clase', prosigue, 'pero cuando se subvierte también puede ser utilizada como arma arrojadiza con la que desafiar el patriarcado'

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