Cuatro víctimas en la memoria de los técnicos

Los hundimientos registrados en marzo del año pasado en la capital y en el municipio de Alcobendas permanecen todavía en el recuerdo cercano. Cuatro personas fallecieron tras desplomarse tres edificios por fallos en sus estructuras.

El primero se produjo el 7 de marzo de 2001 en el número 1 de la calle de Gaztambide, en el barrio de Argüelles, cuando el edificio en obras de cinco plantas se derrumbó y aplastó a un mendigo de unos 40 años. Otras 11 personas resultaron heridas y uno de los obreros quedó atrapado durante horas entre los escombros. Tres días después, David Díaz, de 12 años, murió al caerse sobre su cabeza el muro de una obra de la calle de Málaga de Alcobendas.

El 13 de marzo, dos jóvenes obreros que trabajaban en el apuntalamiento de un edificio en la calle del Factor, 3 (distrito de Centro) fallecieron al desplomarse parte de las cuatro plantas del inmueble.

Estos antecedentes han hecho que se extremen las precauciones para que no se repita en la región un invierno en el que los edificios se vinieran abajo por culpa de las lluvias. 'Si se llega a caer el edificio, luego habrían venido las lamentaciones y la petición de responsabilidades a los dueños y al Ayuntamiento. Esta vez, lo hemos evitado', explicaba un arquitecto que dictaminó la ruina del inmueble de la calle de Ballesta número 20.

Esta vía es una de las más conocidas de Centro a causa de las prostitutas que pululan por ella día y noche. De hecho, se ha convertido en un foco continuo de actuaciones policiales. En noviembre de 1988, un centenar de policías tomó al asalto el número 7 de la calle de Ballesta y detuvo a 13 personas.

Esa finca estaba entonces considerada como uno de los mayores antros de droga y prostitución del centro de la capital. Los agentes decomisaron más de 200 papelinas de heroína, algunas dosis de cocaína, objetos de oro, joyas, numerosas armas blancas y dos armas de fuego. Tras sufrir una gran reforma, los bajos del inmueble se transformaron en sede de la Policía Municipal.