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Las ONG exigen más rapidez para documentar a los menores inmigrantes

Una decena de asociaciones encargadas de regentar pisos de acogida y talleres formativos para los menores magrebíes que emigran solos a Madrid exige a la Comunidad y a la Delegación del Gobierno que tramiten con más rapidez los permisos de trabajo y residencia de estos chicos para favorecer su integración.

Estas entidades, entre las que se encuentra el Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL), la Fundación Tomillo, Paideia, los padres mercedarios y la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España (ATIME), denuncian que estos chavales, que llegan a Madrid en busca de un futuro mejor, deben esperar un mínimo de dos años para obtener el permiso laboral que les permita acceder a un empleo. 'Estos menores, cuya protección y tutela ha asumido el Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF), del Gobierno regional, son merecedores de una respuesta más generosa', añaden las ONG en un escrito enviado a la Delegación del Gobierno y al IMMF.

'Como la mayoría de estos chicos tienen 16 años, con esos plazos de espera ninguno saldrá de los centros de menores con un permiso laboral y tendrán que ejercer la mendicidad, la prostitución, el robo o el trapicheo para subsistir', denuncian. 'Con una regularización rápida, podemos trabajar y motivar a los chavales, al existir un futuro por el que esforzarse', matizan, y piden la documentación urgente de aquellos chicos que, al estar a punto de cumplir la mayoría de edad (18 años), deben dejar las residencias de menores desamparados corriendo el riesgo de quedarse como inmigrantes sin papeles.

Riesgo de marginación

Estas ONG destacan que si no se regulariza a estos muchachos aumenta el riesgo de que acaben en la marginación y en la delincuencia: un 60% de las 92 plazas de los reformatorios madrileños están ocupadas por menores magrebíes que emigraron solos.

Las entidades, que regentan talleres de formación en albañilería, hostelería y cocina con estos jóvenes, explican que, sin el permiso de trabajo y residencia, cuando acaban los cursos no pueden realizar prácticas en empresas. 'Y entonces hay que contarles que todo su esfuerzo por asistir a clase no sirve porque su documentación no está todavía resuelta y eso es algo que no entienden y que les desmotiva', apostillan.

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Según el reglamento de la Ley de Extranjería, cuando un menor inmigrante llega solo a España hay que intentar reagruparle con sus padres. Pero, si en nueve meses no se encuentra a su familia (algo habitual, ya que los chicos evitan informar sobre ella para no volver a su país), el IMMF debe iniciar los trámites para que el Gobierno les documente. Hasta la entrada en vigor del reglamento (en verano de 2001), a estos chavales no se los solía repatriar porque no se localizaba a sus padres, pero tampoco se les daba la residencia. Ahora el problema son los largos plazos de espera.

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