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La Consejería de Cultura cataloga la Casa de la Inquisición de Mancha Real como monumento

Ginés Donaire

La Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura ha dispuesto, en una resolución de 15 de enero de 2002, la anotación preventiva de la Casa de la Inquisición de Mancha Real (Jaén) en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz con la figura de monumento. La inscripción, que se hará definitiva tan pronto finalice el expediente incoado, trata de proteger un edificio singular del siglo XVII sobre el que pesaba la amenaza de la demolición al haber planteado sus actuales moradores un contencioso para construir viviendas en su interior. Además, la resolución hará que la familia Martínez Bordiú desista definitivamente de su intención de trasladar la portada palaciega hasta una finca de su propiedad.

Los actuales propietarios de la Casa de Diego Martínez Vadillos, conocida como Casa de la Inquisición porque en este lugar el tribunal religioso castigaba y perseguía el luteranismo, el erasmismo u otras prácticas consideradas como delitos contra la fe, plantearon el pasado mes de octubre en los tribunales un recurso contencioso-administrativo contra la decisión del Ayuntamiento de Mancha Real de denegarle la licencia de obras para construir tres viviendas en su interior. El motivo alegado fue el grave riesgo existente para la integridad de su familia por cuanto el inmueble se encuentra apuntalado por su estado de deterioro.

Alegaciones

La Delegación de Cultura en Jaén presentó alegaciones a ese recurso con un informe elaborado por el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Jaén, Pedro Galera Andreu, donde se alertaba de que la construcción de viviendas 'rompe todo el valor tipológico de la casa'.

La Casa de la Inquisición perteneció a la familia Martínez Bordiú, que ya quiso trasladar, sin éxito, la portada palaciega hasta una finca próxima de su propiedad en Arroyovil, donde el general Franco solía pernoctar cuando acudía a Jaén a cazar. La familia Bordiú vendió el inmueble pero mantuvo la propiedad de la portada palaciega del siglo XVII, construida por el arquitecto Eufrasio López de Rojas, el mismo autor de la fachada de la catedral de Jaén.

Con la resolución que se acaba de comunicar a las partes, la Consejería de Cultura se evita cualquier amenaza de demolición del inmueble e incluso, en su apartado quinto, recuerda a los propietarios el 'deber de conservar, mantener y custodiar de manera que se garantice la salvaguarda de sus valores'.

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Con todo, la protección acordada por la Junta de Andalucía ha sido incluso mayor de lo que se pedía en el escrito que medio centenar de vecinos, historiadores y profesores universitarios presentaron en Cultura solicitando su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). En concreto, se delimita tanto el bien central de protección (la Casa de la Inquisición) como su entorno provisional que, según el anexo de la resolución, afecta a otros 43 inmuebles colindantes de las calles Maestra, Cervantes y Sancho. 'Con el entorno delimitado', se apunta en la resolución, 'se pretende, por un lado, proteger las visuales del inmueble a lo largo de la calle Maestra y, por otro, la tutela de los edificios colindantes para evitar la pérdida de los valores ambientales del caserío cercano al bien'.

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