La Toma

En esta sección (12-01-02), el señor Dotor Castilla hace una serie de apreciaciones sobre la celebración de La Toma de Granada que me gustaría comentar. Estamos de acuerdo en que con La Toma se celebra la conquista de Granada por Isabel y Fernando, y que este suceso es un hecho militar. Pero en la Historia vemos conquistas que se realizan con otros métodos: cuando Roma conquista Grecia vence militarmente, pero sabe apreciar y asumir el gran legado que la cultura griega representa. En la Granada de 1500 se produce la quema de libros de Bib-Rambla por parte del cardenal Cisneros, donde se intenta acabar con la cultura andalusí, una de las más espléndidas de la Edad Media. ¿Conoce usted alguna quema parecida que hagan los romanos sobre libros griegos? ¿Son quizá estos grandes fuegos, una de las mayores quemas de libros que se han realizado en Europa, lo que celebramos?

Meses después de la conquista se decreta el destierro de los judíos de estas tierras, que habitaban desde hacía siglos. A este destierro seguirá un siglo después el de los andalusíes. Tanto unos como otros serán ampliamente perseguidos por la Inquisición, tribunal que, curiosamente, introducen los católicos reyes en el reino de Granada. ¿Son quizá estos sucesos los que celebramos?

Dice usted en su carta que 'sin La Toma de Granada no habría sido posible Lorca'. Veamos otra hipótesis: supongamos que tras la conquista de Granada se hubiera seguido el modelo del arzobispo Talavera, es decir, cumpliendo las Capitulaciones y con una política de integración hacia los granadinos. Y no siguiendo el modelo que se impuso, el del cardenal Cisneros, es decir, con represión y asimilación forzosa. ¿Podría haber existido Lorca si se hubiera seguido el criterio de Talavera? Puestos a decir disparates, yo le contestaría que lo más seguro es que hubieran nacido cien Lorcas en la Granada del siglo XX de haberse seguido el modelo de Talavera.

Lo evidente es que esta celebración hiere la sensibilidad de muchas personas y por eso el Ayuntamiento de Granada no debería celebrarla. Granada debe ser una ciudad más sensible, y celebrar actos que tengan algún sentido en la Europa que queremos construir.