De amor y miedo

En Espejismos, uno de los cuentos que componen el volumen Fiebre, la escritora Josefina Aldecoa plasmaba la frustración de un matrimonio en apenas cuatro páginas. Lo hacía con esa resolución indirecta y contenida amargura con que Katherine Mansfield resolvía muchas de sus historias. Echo mano de esta pieza porque su asunto central tiene bastante que ver con el de El enigma, la nueva novela de la escritora leonesa. Pero también, relacionada con esta misma temática y moral, podría citar otras obras de la autora, como por ejemplo La fuerza del destino (Anagrama, 1997), donde si bien es cierto su propósito apunta a un balance existencial de la protagonista, en él cabe una antigua indecisión sentimental, una renuncia amorosa que nunca se olvidará. En El enigma hay también una renuncia, un acto de cobardía que Josefina Aldecoa dibuja con un trazo mayor que el que exigiría la simple enfermedad moral de un individuo; aquí se trata de un síntoma de nuestra época, la potenciación del miedo burgués a lo desconocido, el acomodo a un resignado cinismo.

La acción de esta novela transcurre en la década de los ochenta, la gobernada por los socialistas. Su espacio se alterna entre Nueva York, Madrid y el norte atlántico de España. Un profesor universitario de literatura, Daniel Rivera, se traslada durante unos meses a Estados Unidos para trabajar en un departamento de español. Allí conoce a otra profesora, Teresa, una mujer decidida e independiente, hija de republicanos exiliados. Daniel arrastra el peso de un matrimonio convencional y la sensación de que Berta, su mujer, forma parte de ese engranaje tentacular que lo aprisiona en una vida vacua. Claro que Daniel tiene sus recursos para huir de su gris vida: aventuras con alumnas guapas y la reconcentración en la poesía y sus materias de trabajo. La novela se divide en dos partes, la primera nos muestra la relación sentimental entre Daniel y Teresa, y la segunda su retorno a España, su enfrentamiento con Berta, aunque no su decisión de separarse de su mujer y sus dos hijos.

El enigma es un demoledor

análisis de un matrimonio burgués mal avenido, fraguado desde intereses de clase y fracturado por una enorme desigualdad de intereses. Daniel, que encuentra en Teresa la oportunidad de aunar espiritualidad y sensualidad, y Berta, la pobre esposa alienada en una sociedad estúpida, consumista y chata. Esta disparidad de sensibilidades es el enigma a que apunta el título de la novela. La narración en tercera persona acentúa cierto tono didáctico, incluso los diálogos entre Daniel y Teresa dan esa sensación, que no es otra, dicho sea de paso, que el que experimentamos tan agradecidamente desde el punto de vista artístico en Un peso en el mundo, de José María Guelbenzu. En El enigma, Josefina Aldecoa también le pone su mejor literatura a un drama triste y recurrente de nuestros días.