El IVAM reúne las mejores obras de su colección de fotomontajes en Pamplona

Todo el poder de las imágenes y el compromiso del artista por el cambio social se conjugan en el fotomontaje, el encuentro creativo de de la pintura con la imagen fotográfica, cuyo desarrollo histórico se puede conocer a través de una exposición inaugurada ayer en Pamplona. Reúne 136 fotomontajes realizados a lo largo de todo el siglo XX, en la muestra más importante organizada hasta la fecha con fondos de las colecciones del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).

Muchos de los fotomontajes exhibidos en la Sala de Armas de la Ciudadela de Pamplona no habían salido nunca hasta ahora de los fondos conservados en el museo levantino. El conservador de fotografía del IVAM, Josep Vicent Monzó, comisario de la muestra organizada en colaboración con el Ayuntamiento de la capital navarra, considera que no debe existir 'ninguna excusa' para no incluir el fotomontaje en las actividades de toda institución cultural. 'No es simplemente una técnica, es una expresión artística que combina un mensaje muy directo con destacados componentes estéticos. No podemos olvidar el carácter social y reivindicativo que la utilización de la imagen fotográfica aporta como ejercicio masivo y democrático de creación', subraya Monzó.

La exposición despliega un recorrido cronológico que comienza con piezas únicas realizadas en las primeras décadas del pasado siglo por grandes maestros y pioneros como Vertov, Man Ray, Stankowski, Molí Nagy, Rodchenko, Gustav Klucis, George Gras, El Lissitzky, Jan Kamman y John Heartfield.

Sueños femeninos

Para demostrar el avance paralelo de esta disciplina, producto de la convergencia de los caminos recorridos por la fotografía y la pintura, la exposición presenta los trabajos que en los mismos años realizaron en España creadores de la talla de Josep Renau, cuya colección está depositada en el IVAM, así como Vicente Martínez, Nicolás de Lekuona o Cátala-Pic. Algunos de los trabajos de la serie American way of life, de Renau, presentes en Pamplona, son obras ya esenciales de la historia española del fotomontaje.

Asimismo se presentan obras maestras de los años cuarenta y cincuenta, como la serie sobre los sueños femeninos publicados en Argentina por la fotógrafa alemana exiliada Grete Stern, cubiertas diseñadas por Man Ray o Marcel Duchamp para la revista View y obras de Raoul Haussman. 'Estos artistas fueron los creadores de la tipografía moderna', explica Josep Vicent Monzó. 'Sus trabajos acabados eran las propias portadas o páginas de las revistas, los libros o las publicaciones de diverso tipo. No había nada al margen de eso, dentro del concepto tan dadaísta de la época de luchar contra el objeto artístico y dejar que los objetos democráticamente producidos se difundieran democráticamente'.

El furor creativo decayó en los sesenta, en que sólo unos pocos artistas continuaron ejercitando la disciplina. La selección realizada por el IVAM para la muestra navarra, que permanecerá expuesta al público hasta el 28 de febrero, permite contemplar fotomontajes de Richard Hamilton (My Marilyn, 1965), Antonio Saura (Meditación del Magma, 1961) o Robert Rauschenberg.

Cuando parecía declinar, una nueva generación de artistas encumbró el fotomontaje con técnicas vanguardistas, grandes dimensiones y nuevos objetos de análisis. Nombres como John Baldessari, Gerhard Richter o Robert Smithson se entremezclan con autores españoles como Jorge Rueda, América Sánchez o Joan Fontcuberta. 'Esta nueva forma de utilizar la fotografía', indica Monzó, 'no encuentra una frontera que los diferencie'.

La mezcla de técnicas es el patrimonio de artistas tan recientes como Andreas Müller-Pohle, John Goto, Dis Berlin o Manuel Falces. Sus trabajos ponen un epílogo temporal al desarrollo de esta disciplina que, a lo largo del tiempo, se ha adentrado en terrenos como la arquitectura, la propaganda política, la guerra, el cuerpo y la sexualidad o los deseos del subconsciente humano.