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El municipio, dispuesto a sufragar el aislamiento acústico de 10.000 pisos

Malasaña, Huertas y Chueca, los barrios más afectados por la contaminación acústica

El Ayuntamiento está dispuesto a subvencionar la insonorización de unas 10.000 viviendas de Centro, ya que no puede acabar con la contaminación acústica que afecta a este distrito. En las zonas más ruidosas (Chueca, Malasaña, Huertas y Alonso Martínez), el Consistorio sufragará hasta el 70% del coste de insonorización de ventanas y balcones, mientras que en las calles de estos barrios menos afectadas por el ruido la ayuda puede alcanzar el 50%. Pero habrá límites: 926 euros (154.000 pesetas) por balcón insonorizado y 463 euros (77.000) por ventana.

Esta financiación es una de las propuestas con las que el Consistorio pretende combatir la contaminación acústica que afecta al distrito Centro (136.000 habitantes). El tráfico y el fenómeno del botellón han convertido esta parte de Madrid en una de las que mayor ruido soporta. Está previsto que el pleno debata la propuesta de la Concejalía de Medio Ambiente el 31 de enero y que los vecinos puedan solicitar las ayudas en junio.

Adriano García-Loygorri, concejal de Medio Ambiente, afirma que la medida tiene dos objetivos: 'Reducir el ruido en su origen, con límites en la emisión de ruidos en bares y discotecas, y mitigar la situación de los vecinos que más ruido soportan'. Pero la edil socialista Silvia Escobar cree que no basta con insonorizar las viviendas, sino que es necesario cortar el ruido en su origen. 'Lo que tiene que hacer el Ayuntamiento es reducir la contaminación acústica que provoca el botellón, el tráfico o los camiones de basura', señala.

Lo primero que ha hecho el Ayuntamiento antes de poner en marcha su plan es un mapa del ruido. El estudio confirma que las zonas que soportan más contaminación acústica son la calle de las Huertas, desde el paseo del Prado hasta la plaza de Jacinto Benavente; la plaza de Chueca; la plaza del Dos de Mayo y sus calles aledañas; y la plaza de Santa Bárbara y alrededores. Todas estas zonas han sido englobadas en el denominado nivel I. En esta zona, tras la aprobación del plan, todos los edificios que sean rehabilitados deberán, además, incluir aislamiento acústico.

El plan municipal afectará, según las estimaciones de los técnicos, a unos 340 edificios de nivel I, por lo que las viviendas susceptibles de ser insonorizadas podrían alcanzar las 3.000.

En el nivel I, el Consistorio no concederá, además, ninguna licencia nueva para restaurantes o cafeterías y obligará a aquellos existentes a extremar su insonorización.

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La zona de nivel II incluye las calles cercanas a la plaza de Santa Ana y las que rodean el área delimitada por el nivel I. Aquí, las ayudas municipales serán del 50% y sólo será permitida la apertura de restaurantes que no tengan equipos de música. El número de edificios en estas calles se acerca a los 550, con lo que el número de viviendas podría ser de unas 6.000.

Los vecinos deberán tramitar las peticiones de ayuda en la Junta Municipal. Después, el Consistorio 'comprobará que las reformas mejoran realmente la insonorización de la vivienda y medirá los decibelios que llegan a la casa', afirma García-Loygorri. No se concederán ayudas para ventanas de cocinas, baños o pasillos.

Tras la aprobación en el pleno del 31de enero, la propuesta será estudiada por la oposición. 'Y en abril o mayo será apro-bada definitivamente', avanza García-Loygorri.

Sin presupuesto

El presupuesto de este año no incluye ninguna partida destinada a sufragar las ayudas, lo que ha sido criticado por la oposición socialista. 'Que no haya un presupuesto concreto nos hace dudar de la voluntad real del equipo de gobierno de llevar esta medida a la práctica este mismo año', indica Silvia Escobar.

La edil cree que la medida 'es un paso en la dirección correcta, aunque claramente insuficiente porque sólo afecta a un 20% del Centro, cuando los ruidos son superiores a lo aceptable en cerca de la mitad de todo el distrito'. El grupo socialista aún no tiene decidido si apoyará estas medidas en el pleno.

García-Loygorri anuncia que 'no habrá problemas para financiar estas ayudas' y se muestra dispuesto a pedir un crédito extraordinario para sufragarlas.

Por su parte, el grupo municipal de IU critica el plan por 'poco ambicioso y poco creíble' y por centrarse 'una vez más en maquillar la situación del ruido en lugar de combatirlo desde su origen'.

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