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El precio de los productos agrícolas sube un 300% en Italia con la llegada del euro

El mal tiempo agrava el encarecimiento

La asociación de consumidores italiana Codacons ha presentado denuncias en varias ciudades del país (Milán, Bari, Catania, Turín, Salerno, Florencia, Bolonia, Génova y Reggio Calabria) por el alza injustificada de hasta el 300% en los precios de frutas y verduras, que se han convertido en enero en artículos prohibitivos, con precios que superan a los de la carne y se equiparan a los del pescado. El fenómeno se ha producido coincidiendo con la entrada en circulación del euro pero, según la Coldiretti, federación de productores, no es imputable a la moneda única europea.

Los productores reconocen que el anómalo invierno de este año, que mantiene las temperaturas bajo cero en la mayor parte de la península desde hace semanas, con continuas heladas y al mismo tiempo con una prolongada sequía, ha tenido consecuencias devastadoras en la agricultura. Sin embargo, tampoco este factor justifica precios escandalosos como el de los tomates, algunas de cuyas variedades se cotizan en cualquier puesto de mercado callejero, por encima de los seis euros (más de 1.000 pesetas), o el de calabacines, lechugas, alcachofas y coliflores. Los precios han aumentado un promedio del 50%, pero han llegado a superar el 300% en algunos productos hortofrutícolas.

Según la Coldiretti, los costes de producción han sufrido aumentos a causa de la sequía y las heladas que no deberían superar, sin embargo, los 27 o 30 céntimos de euro para el consumidor. 'Sin embargo, las subidas han sido muy superiores', reconocía ayer al diario La Repubblica Paolo Bedoni, presidente de la confederación de productores. 'Es evidente que hay quien se está comportando de forma poco transparente. Y eso nos hace más daño que las heladas'.

Aunque el Gobierno ha negado repetidas veces que la entrada del euro pudiera acarrear un alza de la inflación (prevista en un 2%) como consecuencia del redondeo de precios, lo cierto es que existe preocupación por el efecto que la inesperada carestía de frutas y verduras tenga en el IPC de enero.

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