'La versión popular es más simpática que la oficial'
La voz de Natxo de Felipe volverá a escucharse hoy (20.00) en el teatro Arriaga de Bilbao, donde Oskorri presentará Vizcayatik Bizkaiara, su último disco. La interpretación de esas viejas historias vizcaínas se realizará con el complemento escénico de unos actores.
Pregunta. Describe el nuevo disco como una 'contrahistoria oficial' de Vizcaya.
Respuesta. Sí, las canciones surgen sin pretensión estética, musical, ni poética, pero hemos sabido sacarles el jugo estético y sociológico. Es una información importante, porque son visiones de cuestiones sociales y políticas desde un punto de vista muy diferente al de la historia oficial escrita en los libros, o a la crónica escrita en los periódicos.
P. ¿Y cuál es el atractivo de los personajes marginales que protagonizan las canciones?
R. Que narran sus miserias cotidianas con un punto de humor negro. Lo hacen riéndose de su propia sombra porque, si no lo hicieran, estarían condenados al más absoluto ostracismo.
P. Por norma, ¿son más creíbles las versiones populares que las oficiales?
R. Ahí entraríamos en una discusión más compleja. No quiero decir que estas visiones sean más próximas a la realidad, pero sí nos resultan más simpáticas por romper con la oficial. Encontrar el equilibrio entre la versión oficial y la populachera, sería el acierto del lector y del escucha inteligente.
P. ¿Cree que, tras 28 años en activo, se ve a Oskorri como una institución y se rebaja el nivel de exigencia?
R. No. El público es suficientemente cruel para no permitir que te apoltrones. Cuando no tengas cosas que contar vas a desaparecer del panorama, como ocurre en cualquier labor creativa. La gente en el mundo de la música te olvida rápidamente.
P. ¿Qué cambios ha observado en la escena musical vasca?
R. El panorama musical es mucho más gratificante hoy día. En el País Vasco, por ser un pueblo conflictivo, atípico y desequilibrado, hay muchas energías creativas, y en el mundo musical, particularmente, ha habido una época de muy poca capacidad técnica, con gente que no sabía tocar ni cantar. Pero hoy la oferta musical es más amplia, abierta e interesante.
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