La ciudad de Elche brinda al pintor y escultor Sixto Marco una multitudinaria despedida
El artista fue enterrado ayer con el atuendo de Sant Joan que vestía en el Misteri
El pueblo de Elche se volcó ayer en el último adiós a Sixto Marco, pintor y escultor ilicitano e hijo predilecto de la ciudad, fallecido el pasado domingo a los 85 años. El cuerpo del artista fue trasladado desde el Ayuntamiento hasta la Basílica de Santa María, donde se ofició una misa. El sepelio se celebró precisamente en el escenario del Misteri d'Elx, lugar donde durante 25 años Sixto Marco representó el papel de Sant Joan. Posteriormente el artista ilicitano, máximo representante del arte moderno en Elche, recibió sepultura en el Cementerio Nuevo.
El alcalde de Elche, el socialista Diego Macià, resaltó del artista 'su incansable trabajo a favor de la ciudad, tanto en asuntos culturales como sociales'. Recordó su paso por la Capella del Misteri, la Coral Ilicitana, la junta directiva del Elche Club de Fútbol, así como la creación del Museo de Arte Moderno y la Escuela de Pintura Hort del Xocolater, instituciones que impulsó directamente. Macià recordó en un discurso antes del sepelio que Marco recibió un homenaje de la ciudad en 1999, año en que fue nombrado hijo predilecto, título honorífico que añade a la Palma de Plata y el Dátil de Oro. Muchas personalidades ligadas a la Festa acudieron a la despedida del artista, debido al importante papel que desempeñó en la celebración del Misteri. Tanto es así que el pintor recibió sepultura vestido de Sant Joan, papel al que durante 25 años infundió personalidad propia.
Juan Llorens, director del Museo de Arte Moderno, hizo un llamamiento para que su obra sea reunida y difundida 'sobre todo entre los más jóvenes'. Sixto Marco deja algunos proyectos inacabados, aunque otros, como la reforma de un puente sobre el Vinalopó, podrá llevarse a cabo gracias a los bocetos que deja.
Pintor, escultor, poeta, futbolista, zapatero... Sixto Marco nació en 1916, pero no dio sus primeros pasos en el mundo del arte hasta los años cincuenta. Infundió a su obra una pasión semejante a la que aplicaba a su papel de Sant Joan en el Misteri; y fue la cabeza visible de la generación de artistas Grup d'Elx, que en los sesenta y setenta pusieron las bases del arte moderno ilicitano. Marco trabajó la pintura y la escultura cubista, aunque él la denominaba 'microcósmica'. De esos años queda un frase recogida por Patricio Falcó en su libro Sixto: 'La obra de arte fue siempre privativa de adinerados, y es necesario hacerla asequible al pueblo llano'. Un pueblo que lo recordará como su artista más universalmente conocido.
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