Un proceso peligroso para 'Il Cavaliere'
El fiscal general de Milán mencionó en su discurso el 'ultraje a la justicia', que representarían 'los ejercicios de derecho que tengan por objetivo único anular o retrasar los procesos'. Se refería Borrelli a la reciente intervención del ministro de Justicia, Roberto Castelli, en el juicio Sme-Ariosto, donde figuran como imputados, acusados de corrupción en acto judicial, el diputado de Forza Italia Cesare Previti, ex abogado de Berlusconi, y este último.
Castelli, de la Liga Norte, ordenó hace unos días que se hiciera efectivo de forma inmediata el traslado de Guido Brambilla, uno de los jueces del proceso Sme que había solicitado su pase al Tribunal de Vigilancia meses antes de que se iniciara el juicio. Un cambio de juez puede entrañar la suspensión de un proceso, de ahí que el tribunal de Milán que juzga a Previti y a Berlusconi, optara por autorizar la permanencia del juez, decisión avalada el jueves por el Tribunal de Apelación que ha prorrogado hasta octubre el traslado del magistrado. La oposición y los jueces del grupo de Milán han visto en esta intervención de Castelli una prueba evidente de los intentos del Gobierno de sustraer el proceso a este tribunal, el más comprometido con la batalla a Tangentopoli.
El proceso Sme lleva el nombre de un holding alimentario público que se había comprometido a comprar en 1985 la Buitoni, de Carlo de Benedetti. El entonces primer ministro, Bettino Craxi, se opuso a la venta y De Benedetti recurrió judicialmente. El tribunal de Roma rechazó su recurso. En 1998 la Fiscalía de Milán acusó a diversos implicados, entre ellos Cesare Previti y Silvio Berlusconi, de haber comprado la sentencia. La acusación se basa en las declaraciones de Stefania Ariosto, antigua amiga de Previti, que denunció haber sido testigo de conversaciones en las que se hablaba de sobornos a los magistrados que emitieron la sentencia.
Según el ex presidente de la República Francesco Cossiga, el proceso Sme es una de las mayores amenazas que penden sobre el futuro de Berlusconi como jefe del Ejecutivo. 'Si le condenan no tendrá más remedio que presentar su dimisión', declaraba ayer a Il Corriere della Sera.
