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El mejor contable de Inglaterra

Van Nistelrooy iguala el récord de la Premier al marcar en siete partidos seguidos y sitúa líder al Manchester

José Sámano

En Holanda, llamarse Ruud es sinónimo de éxito: primero fue Ruud Krol, luego Ruud Gullit y ahora Ruud Van Nistelrooy, una trilogía gloriosa en la que el delantero del Manchester United ya se ha hecho un hueco. Van Nistelrooy marcó ayer en la Premier League por séptimo partido consecutivo e igualó el récord del torneo. Sólo Stein (1993-1994), Shearer (1996-1997) y Henry (2000-2001) lo habían conseguido en la Premier. Además, también se convirtió en el primer jugador en la historia del United que marca en ocho encuentros sucesivos, si se tiene en cuenta que también lo hizo hace una semana en Copa frente al Aston Villa. La mejor marca del club la tenía Liam Whelan, que en la temporada 1956-1957, en la First Division, no en la Premier, marcó con el United en ocho partidos sucesivos de Liga, pero con alguna sequía en Copa de por medio. Un año después, la fatalidad sepultó a Whelan, que falleció en el desastre aéreo de Múnich.

Bobby Robson lo había advertido: 'Van Nistelrooy tiene ritmo y potencia; nada lo detendrá'
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La voracidad del potente Van Nistelrooy, nacido en Oss hace 25 años, ha disparado al United en las últimas semanas, hasta situarlo ayer como líder por primera vez en la temporada tras ganar en Southampton (1-3). 'La forma de Ruud es admirable, no perdona una ocasión', subrayó Fergusson.

En la explosión de Van Nistelrooy ha tenido mucho que ver la recuperación de Giggs, injustamente infravalorado en Old Trafford respecto a otras vedettes. El holandés, pillo como pocos para pescar en el área rival y con un sensacional sentido de la anticipación, se ha beneficiado del vertiginoso juego de Giggs, uno de los pocos extremos del planeta capaz de hacer un moño a cualquier defensa.

Van Nistelrooy aterrizó esta temporada en Old Trafford tras un año en la sala de espera. El United ya intentó su fichaje en 2000, pero el 6 de marzo de aquel año, en un maldito amistoso entre el PSV Eindhoven y el Silkeborg danés, Ruud se lastimó la rodilla derecha. La cosa no quedó ahí. Un mes después, en un entrenamiento con el PSV, el delantero, que ya entonces flirteaba con el United, se lastimó el ligamento de la misma rodilla. Los servicios médicos de Old Trafford le desterraron. Pero Fergusson, terco y cabezota como siempre, tenía 48 informes elogiosos sobre el delantero. El técnico escocés ordenó a su red de espionaje que nadie le perdiera de vista. Van Nistelrooy reapareció el 1 de marzo de 2001, marcó dos goles y el United echó todas sus redes. El jugador estaba seducido por la paciencia del equipo inglés, pero... el Real Madrid le hizo dudar. Jorge Valdano le consideraba uno de los delanteros con más proyección de Europa, aunque su fichaje se frustró tras expresar un agente del jugador sus pretensiones como comisionista. Así, el 23 de abril de 2001, un año después de no pasar las pruebas médicas, Van Nistelrooy estampó su firma con el United. Para entonces el chico lo tenía todo atado y bien atado. Sus estudios de contabilidad contribuyeron, sin duda, a que su contratación se convirtiera en la más cuantiosa en la historia del fútbol inglés (30 millones de euros, 5.000 millones de pesetas). Leontien, la mujer con la que vivía, estaba a punto de concluir sus estudios de medicina, y quizá contribuyera en la rehabilitación física de su compañero. Además, como en Holanda comenzaba a sentirse asfixiado, Ruud, un hombre tranquilo y poco dado a estridencias mediáticas, decidió refugiarse con Leontien y su hijo Tiny en la intimista Manchester.

Van Nistelrooy comenzó en el Den Bosch, en Segunda, y, tras una corta parada en el Heerenveen, se fue a Eindhoven en 1998. El PSV, cuna de excelentes delanteros, le contrató para paliar el vacío dejado por Romario y Ronaldo. El equipo de la Philips pagó unos 4,8 millones de euros (800 millones de pesetas) en lo que fue la transacción más alta de la historia entre dos clubes holandeses. Van Nistelrooy no defraudó y en la campaña 98-99 se colgó en la mochila 31 goles, convirtiéndose en el máximo goleador holandés y el segundo mejor anotador de Europa. Fue nombrado jugador holandés del año y debutó con Holanda con un gol ante Alemania. Los grandes de Europa ya estaban en alerta con este carpanta de 188 centímetros, que discutía el puesto en la selección a reputados delanteros como Kluivert y Hasselbaink. Un trío con el que Van Gaal no clasificó a Holanda para el Mundial. Una decepción tal que el gélido Ruud levantó la voz por primera vez: 'Van Gaal nos ha vuelto locos con sus charlas y pizarras'. Con Fergusson está más cuerdo y lleva 26 goles: 13 en Liga, dos en Copa, seis en la Champions y cinco en otras competiciones oficiales. Con él en racha, el United ya está donde solía, para disgusto de Bobby Robson. El técnico del Newcastle, que acunó al holandés en sus tiempos en el PSV, lo había pronosticado: 'Tiene ritmo, potencia y temperamento; nada lo detendrá'.

Beckham abraza a Van Nistelrooy tras el gol de éste al Southampton.
Beckham abraza a Van Nistelrooy tras el gol de éste al Southampton.EPA

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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