'La liberalización eléctrica en Europa va a ser muy lenta'
La empresa pública italiana Enel desembarca en España con la compra de Viesgo
Después de varias décadas ocupado cargos de máximo nivel en grupos como Olivetti, Mondadori o Fininvest, es desde hace un lustro consejero delegado de la segunda compañía eléctrica mundial por valor de mercado y rentabilidad financiera: la italiana Enel, lo que, entre otras cosas, le permite llamar a las cosas por su nombre. Habla cinco idiomas y al menos con su simpatía parece que va a traer un soplo de aire fresco al sector eléctrico español, del que tan necesitado está. Desde esta semana es también titular de la quinta eléctrica española tras la compra de Viesgo a Endesa.
Pregunta. ¿Por qué Electra de Viesgo y no Hidrocantábrico o Unión Fenosa?
Respuesta. Hidrocantábrico nos pareció demasiado cara con una complejidad accionarial que dificultaba excesivamente la operación. No nos parecía un ingreso en el mercado español tan favorable como el que tenemos con Viesgo, con un tamaño mucho más adecuado para empezar, que nos permitirá desarrollar una sociedad con tranquilidad.
'En el 'caso Enron' lo que se ha hecho es ocultar cosas que la ley prohíbe 'tapar' en Estados Unidos. Hecha la ley, hecha la trampa'
'Hay que ser realistas. A pesar de que Italia importa el 15% de la energía eléctrica, no hay posibilidades de traerla de España'
'El monopolio de Electricité de France durará muchos años porque no tienen intención real de abrir su mercado'
P. ¿No es una gran desventaja ese tamaño frente a las dos grandes: Endesa e Iberdrola?
R. No es una desventaja. El mercado requiere operadores grandes y pequeños. Y Viesgo no es tan pequeño si pensamos en la capacidad de desarrollo que tiene. Ya somos grandes en Italia.
P. ¿El precio final ha sido el que esperaban o la competencia les ha obligado a subirlo?
R. El precio es razonable. Según los analistas, se situaba entre 2.300 y 2.500 millones de euros, finalmente pagamos 2.147, ligeramente por debajo del mínimo de la estimación del mercado... Pero las adquisiciones de empresas eléctricas hay que verlas con una perspectiva de 10 años, son inversiones a largo plazo. Creemos que es un precio bueno. No es barato, pero es un precio justo con las perspectivas del mercado español.
P. Han comprado Viesgo a Endesa y le han vendido Electtrogen. ¿Ha sido un intercambio de cromos? ¿Ha influido esta circunstancia en el precio o en otros factores?
R. No. Ha sido una casualidad. Una casualidad feliz. Nosotros estamos encantados con que Endesa haya conseguido la concesión de Elettrogen en Italia, y nosotros, Viesgo en España. Es una prueba de que no había mças que una amistad. Endesa ganó por poco dinero de diferencia y nosotros aquí también hemos ganado por poco frente a otros que ofrecían casi lo mismo.
P. En España se ha criticado la titularidad pública de Ene y la diferencia en la liberalización de este sector en los mercados italiano y español.
R. En cuanto a liberalización del mercado, la diferencia no es tan importante. Lo más destacado es que en Italia está un poco atrasada la incorporación a la Bolsa. Tenía que haber ocurrido en enero de 2001 y empezará, con suerte, a mitad de 2002 o principios de 2003. Pero es el único elemento de diferencia. La dimensión que alcanza la liberalización es prácticamente la misma: los clientes elegibles son prácticamente los mismos: entre el 35% y el 40% en Italia y en torno al 30%-32% en España. En Italia la decisión política ya está tomada por el Gobierno y está clara. Es en un proceso que se inició en el 99 y que con un mercado más favorable se desarrollaría mucho más rápido. El Gobierno precedente ya anunció su intención de quedarse por debajo del 50% del capital. Y hay que señalar que ya tenemos en Bolsa el 32% y eso significa que somos una sociedad, no un ente público. Y por tanto, ha de comportarse como una empresa de mercado.
P. ¿Les parece adecuada la distribución actual de las distintas fuentes de energía de Viesgo con un 40% de carbón, el 32% de fuel-gas y el 28% de origen hidráulico, al margem de su 50% en la explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña?
R. Es una proporción correcta. Mejor que la de Italia, con un peso excesivo del fuel, y con el carbón, que apenas alcanza el 10%.
P. ¿Es partidario de levantar el parón nuclear en España?
R. Es un problema español. En Italia se acabó el problema con el referéndum de 1988 y fue un error económico capital. España tiene la suerte de producir esa energía.
P. Usted ha señalado que las eléctricas en España ganan dinero, pero no parece tan convencido con la rentabilidad de las inversiones que se les pide actualmente...
R. Así es. Creo que la rentabilidad de las inversiones actuales para el futuro no es suficiente. Hay que tener en cuenta que en la generación estamos hablando de grandes inversiones, de cifras de miles de millones y es necesaria una estabilidad y un marco regulatorio y político que aseguren unos beneficios durante muchos años.
P. El marco español, ¿no es el adecuado en ese sentido?
R. Creo que el sistema de tarifas y regulatorio es mucho mejor en España que en Italia. Pero no hay un sistema perfecto. Tiene que seguir desarrollándose...
P. ¿Le parece adecuada también la dialéctica entre la patronal y la Administración con el incremento de las tarifas?
R. Es una discusión necesaria. El Gobierno debe defender el desarrollo de la red eléctrica y mejorar la calidad del servicio, pero para eso hay que hacer inversiones y las inversiones han de ser rentables... es muy simple... no hay ningún misterio. En Italia tenemos ahora un ejemplo muy claro: todo el mundo defiende la implantación del mercado libre en el sector eléctrico porque eso supondrá la reducción de los precios, pero eso supone someterse a la ley de la oferta y la demanda, es decir, que si la demanda es mayor que la oferta lo que ocurre es que los precios suben..., pero claro, con eso ya no están de acuerdo.
P. La compra de Viesgo se produce en un momento en el que están llamando a la puerta nuevas compañías con intenciones de incorporarse también al sector: Cepsa, Gas Natural, Abengoa... ¿Cómo va a incidir en la distribución actual del mismo? ¿Se van a endurecer las condiciones?
R. No creo que se endurezcan las condiciones actuales porque hay un aumento previsto de la demanda importante. La presencia de operadores nuevos será favorable. Habrá más competencia, pero eso es bueno, los operadores tendrán que ser más eficaces.
P. Italia importa el 15% de la energía eléctrica. La compra de Electtrogen por parte de Endesa y si llega a cerrarse la operación de Eurogen con Iberdrola, ¿puede suponer el inicio de importaciones de energía eléctrica española?
R. No. Hay que ser realistas. Italia es uno de los países más interconectados con otros mercados. La importación del 15% es estructural. Alemania, por ejemplo, tiene la misma interconexión, pero su saldo de importaciones y exportaciones es cero. La única energía que verdaderamente es exportable es la que se produce en las centrales hidroeléctricas del norte de Europa y en las nucleares de Francia. Y como no hay posibilidades de producir energía a un precio más bajo que ellas, todo lo que se diga al respecto son discusiones políticas que no contemplan la realidad. Detrás del aumento de la interconexión de España con Francia, lo que hay en realidad es la exportación de energía nuclear por parte de Electricité de France a España. Es un castigo terrible.
P. ¿Cree que es exportable el modelo de explotación que se propugna desde la península Ibérica?
R. El modelo español es muy bueno, como el inglés, aunque el español es mejor. Pero la exportabilidad es otra cosa, porque los mercados eléctricos europeos todavía son muy distintos. Europa necesitará muchos años para alcanzar la unificación del mercado de la energía. Hay intereses muy distintos entre los distintos países, con posiciones como la de Francia, con un monopolio que creo que durará muchos años porque no tienen intención real de abrir su mercado. Aunque tendrán que hacer algo. La situación alemana es también particular porque se trata de un mercado formalmente abierto al 100%, pero en la práctica está cerrado. La liberalización va a ser muy lenta.
Del 'efecto California' al 'caso Enron'
Pregunta. En España se han vivido recientemente hechos que han recordado el efecto California de desabastecimiento eléctrico como consecuencia, según algunos críticos, del abandono por parte de las compañías de las inversiones en su actividad tradicional en favor de la diversificación y la internacionalización... Respuesta. Bueno, yo creo que las empresas hacen las inversiones para ganar dinero y no simplemente para gastarlo. Y lo que ocurre es que el sistema de retribución de esas inversiones no es suficiente. Todos defienden el mercado libre, pero muchos se olvidan de que eso supone que los operadores libres hacen sus inversiones para ganar dinero. Si no se gana dinero no hay mercado. Puede haber subvenciones, servicio público..., pero eso es otra cosa, no es mercado libre. El mercado presupone la posibilidad de ganar dinero, y si no hay condiciones para ello, no hay mercado. P. Pero es difícil explicarle al consumidor español que se queda sin luz y pasa frío que la culpa es de unas inversiones cuya rentabilidad no está clara mientras observa otro tipo de compras. R. El consumidor tiene todo el derecho de defender su postura, pero los que no pueden olvidar que las inversiones han de ser rentables son los Gobiernos. P. ¿Qué repercusiones puede tener en Europa el fiasco de Enron? ¿Hace falta más transparencia por parte de las compañías eléctricas? R. La situación de Enron es muy particular. No creo que haya peligros para Europa porque su presencia es muy pequeña. El verdadero peligro que esto puede suponer es que se aumente la regulación, algo que siempre es peligroso, por culpa del mal comportamiento de unos gestores. Por un lado está la ley, y por otro, su aplicación, y lo que se ha hecho es ocultar cosas que la ley prohíbe tapar en EE UU. Hecha la Ley, hecha la trampa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.