El automóvil coge velocidad

El sector automovilístico parece que está alcanzando su velocidad de crucero en España. El año pasado las ventas se acercaron a la cifra mítica de 1,5 millones de automóviles de los que dos terceras partes son de importación y por tanto de gamas y versiones superiores. Se trata de una cifra superior incluso al 'mercado natural' de la economía española, que se sitúa, según los responsables del sector, entre 1,3 y 1,4 millones de automóviles, un nivel fácilmente superable de nuevo este año a pesar de las reducciones previstas.

El descenso de los tipos de interés ha desempeñado un papel fundamental en las ventas de coches durante el año pasado

Las ventas de automóviles en 2002 descenderán alrededor del 7%, según Faconauto, y entre el 3% y el 4%, según Anfac

Con riesgo de desbancar a los agricultores en su tradicional pesimismo sobre las previsiones y rentabilidad de su actividad, a los responsables del sector automovilístico en España les gusta dibujar también a principios de ejercicio un panorama tirando a pesimista que luego tienen que justificar con unos resultados finales de distinto signo. Las reducciones en las ventas anunciadas a principio del año pasado se consolidaron tras un primer semestre negativo que, según los agoreros, se agravaría en la segunda mitad del año como consecuencia de la recesión económica y se hundiría tras la incertidumbre provocada por los atentados del 11-S.

Pues bien, el resultado final es que se ha vuelto a batir el récord histórico anterior alcanzado en 1999 con un incremento del 2,2% y del 4% respecto al año pasado. Se han vendido 1.436.948 turismos nuevos según la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), algunos menos según la Federación de Asociaciones de Concesionarios (Faconauto).

A toro pasado, las explicaciones se encuentran en el buen comportamiento general de la economía con un papel destacado del descenso de los tipos de interés. Como ha ocurrido en otros sectores, sobre todo el inmobiliario, la afloración de dinero negro ante la incorporación del euro es otro de los argumentos expuestos, aunque en Faconauto se esfuerzan en desmentirlo. Según los responsables de la Federación, ha sido significativo también el tirón de la mejora de las ayudas con el nuevo Prever -120.000 pesetas por el coche con gasolina con plomo-, o las reducciones fiscales a las familias numerosas, el efecto de la huelga de los transportistas -portacoches- en diciembre de 2000 y la doble contabilidad de unos 20.000 automóviles importados fundamentalmente de Alemania. De cualquier manera resulta difícil justificar, sin dinero opaco, el disparo de las ventas del segmento E, coches de lujo, que se ha producido sobre todo en los dos últimos meses del año.

España ha crecido en 2001 ligeramente por encima de la Unión Europea y esa situación ha quedado reflejada en este sector no sólo en un incremento de las ventas algo superior. La producción de automóviles en España y la exportación han registrado comportamientos distintos a las compras.

En 2000 se fabricaron en España algo más de tres millones de coches y se exportaron 2,5 millones, mientras que el año pasado la producción fue de 2,9 millones y las exportaciones de 2,4 millones. Se ha vuelto a reducir la participación de los coches fabricados en España en las ventas totales, un argumento más en favor de la mejora económica que se traduce en el aumento de la categoría de los coches adquiridos.

Para el presidente de Anfac, Jaime Carvajal, hay que destacar sobre todo, junto al comportamiento general de la economía el espectacular descenso de los tipos de interés, ya que se trata de un sector singular en cuanto al consumo: la segunda inversión en importancia de la familia española tas la vivienda, en un producto duradero que se financia en más del 70% de las compras. El 82% según Faconauto en 2001.

Para el responsable de asuntos económicos de Anfac, Miguel Aguilar, la reducción de la letra de las hipotecas libera muchos recursos de las rentas de las familias españolas que se desvían a este sector.

En cuanto a las previsiones para este año, en Faconauto han decidido mojarse y aventurar un 7,7% de caída de las ventas de turismos que se reduce al 6,8% para el sector si se contabilizan los segmentos de todo terrenos, comerciales e industriales. Las matriculaciones de vehículos se fijan en 1,624 millones de unidades de las que 1,31 millones corresponden a turismos.

La revisión a la baja del PIB, el repunte del desempleo y el agotamiento de los modelos de creación de empleo y el descenso del índice de confianza del consumidor español son los factores fundamentales que marcan esta tendencia a la baja, a pesar de que califican como 'crisis benigna' la situación económica actual, que iniciará su recuperación tras los primeros meses del año. De cualquier manera, señalan que 'la demanda actual de coches está por encima del nivel normal de tendencia, por lo que tenderá a bajar', según el presidente de Faconauto, Juan Arévalo.

Una situación en la que coinciden con la asociación de fabricantes, aunque el presidente de esta última, Jaime Carvajal, insite en señalar que las cifras podrían haber sido superiores incluso sin la presión fiscal del impuesto de matriculación, que ha sido recientemente transferido a las administraciones autonómicas con capacidad normativa para incrementarlo.

En Anfac son más cautos a la hora de las previsiones y necesitan 'oler' el mercado algún tiempo para aventurar sus cifras finales de final de ejercicio. 'Hay factores a favor y en contra, pero en estos momentos no puede saberse el alcance de cada uno de ellos', según Miguel Aguilar.

De cualquier manera, según Jaime Carvajal, no hay síntomas de desconfianza por el momento y con un incremento del 2% del PIB las cosas no pueden ir mal: 'Será un buen año para el sector, aunque es probable que registre un descenso de las ventas entre el 3% y el 4%'.