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La UE subvencionó con 30.000 millones las depuradoras, pero no el metro

'El Gobierno no ha perdido ni una peseta', según Presidencia

O depuradoras o nada. Ésa fue la elección que el Ejecutivo de Alberto Ruiz-Gallardón tuvo que hacer a mediados del año pasado cuando el Gobierno de José María Aznar le explicó que los fondos europeos de cohesión no iban a poder financiar la ampliación de la línea 8 de metro, entre Mar de Cristal y Nuevos Ministerios, tal y como deseaba el Gobierno regional. Todas las comunidades autónomas estaban reclamando estos mismos fondos para sus infraestructuras, y para todas no había dinero. Pero si para metro no había suficiente dinero, para depuradoras, sí. Ruiz-Gallardón aceptó.

En 1999, el presidente del Gobierno central, José María Aznar, se comprometió ante Ruiz-Gallardón a pedir a Bruselas una subvención para el nuevo tramo de la línea 8. El coste de estas obras está estimado en unos 35.000 millones, de los que el 85% podía ser sufragado por la Unión Europea.

Pero Ruiz-Gallardón no fue el único que pidió a Aznar dinero de Europa para sus infraestructuras. Otros tantos presidentes regionales reclamaron también a Aznar su apoyo para lograr la deseada financiación europea. De tal manera que el montante de las peticiones superó pronto la cantidad que la Unión Europea estaba dispuesta a destinar a España.

Por eso, a mediados del año pasado, el Gobierno central le hizo llegar a Ejecutivo regional una nueva propuesta: si para infraestructuras no había dinero europeo suficiente ante la avalancha de peticiones, para temas medioambientales no había tantos problemas: el Gobierno central, si la Comunidad estaba de acuerdo, podría cursar en esta dirección la petición de fondos.

El Gobierno de Ruiz-Gallardón se lo pensó y aceptó. Los 30.000 millones que le podían corresponder a la Comunidad por la ampliación de la línea 8 de metro se podían destinar a mejorar la calidad de las aguas de los ríos de la región y a un plan de residuos.

Petición a Bruselas

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El consejero de Presidencia, Manuel Cobo, lo explicó ayer así: 'La petición del Gobierno de José María Aznar de conseguir ayudas para temas medioambientales fue enviada a Bruselas y aceptada por las autoridades europeas. La Comunidad consiguió así los 30.000 millones que se habían reclamado. Este dinero se ha destinado al plan de depuración de los ríos madrileños, que permitirá la depuración del 100% de las aguas, a una planta de biometanización en Pinto y a la mejora del plan de residuos'.

Por eso, Cobo afirma que 'el Gobierno regional no ha perdido, en contra de lo que señala el PSOE, ni una sola peseta de las subvenciones europeas'. (Véase EL PAÍS de ayer). Pero María Luisa Álvarez, diputada socialista, no está de acuerdo. Cree que Bruselas no estaba dispuesta a financiar una línea de metro al centro de la ciudad y, por eso, el Gobierno central no cursó la petición. El Ejecutivo de Ruiz-Gallardón lo niega y asegura que sólo fue solidario con el resto de autonomías.

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