_
_
_
_
_
Reportaje:TELECOMUNICACIONES

Las conexiones sin hilos a redes corporativas llegan a las empresas

El despegue de la tecnología Bluetooth, de intercambio de datos entre distintas máquinas, se demora mientras que el sistema Wi-Fi ha tenido una rápida acogida en Estados Unidos

Las redes locales inalámbricas han dejado de ser una curiosidad tecnológica y ya empiezan a implantarse a buen ritmo en muchas empresas, sobre todo estadounidenses, como complemento de la red local cableada. El punto de inflexión ha sido la aparición, el pasado otoño, de ordenadores portátiles con conexión de red sin hilos integrada. Hasta ahora, la comunicación se debía realizar a través de una tarjeta de red conectada al portátil.

La tecnología, que sigue la norma IEEE 802.11b, se considera ahora madura gracias a los esfuerzos de la asociación WECA, creada expresamente para asegurar la compatibilidad entre distintos dispositivos que llevan un módulo de conexión de red inalámbrica. Los módulos de recepción y puntos de acceso homologados por WECA llevan la marca Wi-Fi. Por eso a la norma 802.11b también se la conoce por esta marca o, simplemente, como 'punto once'.

'El ritmo de adopción de Wi-Fi ya no depende de la tecnología porque está totalmente disponible y es suficientemente fiable', señala Massimo Migliuolo, vicepresidente europeo de tecnología móvil y cable de la empresa Cisco. 'Se trata de una tecnología rentable para las empresas y fácil de entender y poner en marcha por los directores de informática, con lo cual se prevé un desarrollo muy rápido en los próximos meses'.

Pascual Martínez, responsable de tecnología móvil en IBM España, considera que las primeras empresas que instalarán redes locales inalámbricas serán las que ya posean una red corporativa cableada. El objetivo es dar mayor movilidad a los empleados dentro de la oficina, que se considera ahora fundamental en las empresas.

Con la colocación de puntos de acceso conectados a la red corporativa, cualquier empleado situado en un radio de unos 50 metros tiene acceso desde su portátil a los datos de la empresa sin necesidad de estar ligado a una conexión fija. 'Es un complemento que permite una gran versatilidad de utilización y tiene un coste asumible, no muy superior al de la instalación de los puntos de conexión fijos', añade Martínez.

Para comunicarse con el punto de acceso inalámbrico, se necesita una tarjeta de conexión que se inserta en la ranura del portátil. Ahora, sin embargo, han salido portátiles que ya llevan la conexión integrada en la carcasa. Entre los fabricantes que lo venden están Toshiba, IBM, HP, Dell y Acer.

El coste de cada tarjeta es relativamente elevado, en torno a las 85.000 pesetas, mientras que integrado cuesta aproximadamente la mitad. Se espera que el precio caiga drásticamente en los próximos meses y a finales de este año sea del orden de las 5.000 pesetas, con lo cual todos los portátiles ya podrían llevar la conexión 802.11b integrada, como ahora pasa con el módem o la tarjeta de red local con hilos.

Bluetooth, el complemento

Las compañías Ericsson, IBM, Intel, Nokia y Toshiba crearon en febrero de 1998 la tecnología inalámbrica Bluetooth, que permite las comunicaciones sin hilos en un radio de 10 metros entre diferentes dispositivos personales, como teléfonos móviles, ordenadores, PDA, cascos, impresoras o escáneres.

Estaba previsto que se pusiesen a la venta en septiembre de 2000 múltiples aparatos con conexión Bluetooth. La realidad es que, aparte de algunas tarjetas de conexión y algún altavoz, los dispositivos Bluetooth son inexistentes. Fue el pasado mes de noviembre cuando Toshiba puso a la venta el primer portátil con conexión Bluetooth y Wi-Fi integrada, el Protege 4000. Esta semana, en la feria de eletrónica de consumo CES de Las Vegas, varias empresas más presentan equipos similares.

Dentro de pocos meses se espera que se pongan a la venta los primeros teléfonos móviles con Bluetooth, pero no se espera que haya una oferta suficiente hasta las próximas Navidades, con dos años de retraso respecto al plan inicial.

El problema de Bluetooth es que, para ser útil, todos los dispositivos a comunicar deben llevar la conexión inalámbrica. Y que además funcione con cualquier aparato y marca sin ningún problema. Es esta interoperabilidad la causa principal del retraso de la aparición de Bluetooth, porque no había un equipo de referencia en el que basarse como ha pasado con la norma 802.11b. También es verdad que se trata de una tecnología mucho más compleja, porque involucra a múltiples dispositivos mientras que Wi-Fi se reduce a la comunicación con un punto de acceso.

Luis Polo, responsable de portátiles de Toshiba en España, hace hincapié en que 802.11b y Bluetooth son dos tecnologías perfectamente complementarias y con un desarrollo independiente. 'Ambas son tecnologías sin hilos, pero Bluetooth va enfocada a las comunicaciones personales, a corta distancia, mientras que 802.11b se refiere al acceso a una red corporativa sin hilos desde una oficina o un lugar público que tenga puntos de acceso'.

Distintas variedades 'punto11'

Aunque se considera que la norma IEEE 802.11b es suficientemente fiable, rápida y segura para las necesidades actuales, se están desarrollando múltiples versiones en torno a ella. Una que está aprobada por el comité normativo es la 802.11a, que se distingue por su mayor velocidad, 54 Mbit/s frente a 11 Mbit/s, pero en cambio tiene un alcance menor, de un máximo de 35 metros, porque trabaja a 5 GHz. La 802.11b funciona a 2,4 GHz, la misma frecuencia que Bluetooth y otras tecnologías inalámbricas como la Home RF, auspiciada principalmente por Siemens. Se trata de un espectro muy saturado, aunque en teoría no se producen interferencias. De momento no hay tarjetas 802.11a, pero en la feria Comdex de Las Vegas del pasado noviembre se vieron numerosos prototipos. También se habla de la 11g, que va a 22 Mbit/s, la 11i, que ofrece mayor seguridad de transmisión, la 11e, que da prioridad a las comunicaciones de voz, y la 11h, que es un compromiso entre la 11a y otra norma, la HiperLan2, con selección dinámica de frecuencias y control de potencia de emisión.

Las tres alternativas inalámbricas pueden ser complementarias

Existen tres áreas distintas en las que se puede trabajar sin hilos: la personal, la local y la extensa. Cada una de ellas trabaja con una tecnología específica y está enfocada a unas aplicaciones concretas. En principio, son complementarias, no excluyentes entre sí, y un mismo aparato puede llevar las tres tecnologías, como es el caso de un ordenador portátil. La tecnología que se quiere implantar en el área de las redes personales (PAN, del inglés Personal Area Network) es la Bluetooth, que permite intercambiar datos entre distintos dispositivos a una velocidad de hasta 1 Mbit/s y un radio de acción de hasta 10 metros. Una aplicación típica en las redes personales es la comunicación entre el teléfono móvil y distintos complementos relacionados, como auricular, comunicador de manos libres en el coche u ordenador de bolsillo. También sirve, por ejemplo, para sincronizar datos entre el ordenador de bolsillo y el de sobremesa o portátil o bien dar órdenes de impresión a una impresora. Para que funcione, todos los dispositivos a comunicar deben llevar conexión Bluetooth integrada. Esto hará que el ritmo de adopción sea lento. Ahora son muy escasos los aparatos actuales que lo llevan. No será dentro de varios meses, cuando haya una oferta suficiente de móviles con Bluetooth integrada, cuando esta tecnología tenga sentido para el consumidor. Sus promotores pretenden que sustituya a la conexión infrarrojos y la facilidad de uso de Bluetooth permita nuevas aplicaciones.

Redes profesionales

En el entorno más profesional se sitúan las redes locales inalámbricas (WLAN). La tecnología más establecida es la IEEE 802.11b (también llamada Wi-Fi o Airport), que funciona a la misma banda de frecuencias que Bluetooth (2,4 GHz), con una velocidad de hasta 11 Mbit/s y un radio de acción de hasta 100 metros en espacios abiertos y de unos 45 metros en recintos cerrados con paredes. La aplicación típica de Wi-Fi es el acceso a los datos de una red corporativa desde la oficina con un ordenador portátil. La ventaja para la empresa es que no tiene que realizar el cableado sino situar estratégicamente diversos puntos de acceso. Para el usuario, significa no depender de un cable ni de una toma de red cercana. Si se está en sitios públicos con puntos de acceso a redes inalámbricas, como aeropuertos, campus universitarios o centros de conferencias, el acceso a Internet es inmediato. La red extensa inalámbrica utiliza las tecnologías de acceso de telefonía móvil como GSM, GPRS y, en el futuro, la tercera generación o 3G. Se puede acceder a comunicaciones de voz o datos desde el teléfono móvil o el ordenador portátil desde cualquier sitio con cobertura. La limitación en el caso de las redes extensas son el ancho de banda y la velocidad de transferencia, que dependen de la tecnología utilizada. En GSM se va, como máximo, a unos 9 kbit/s, en GPRS se podrá llegar hasta los 110 kbit/s.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_