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Entrevista:LORENZO SILVA | TROTAMUNDOS | FIN DE SEMANA

Manila intramuros

Así que buscó en Manila las huellas de su bisabuelo.

La verdad es que me llevó allá mi trabajo como abogado, pero luego no quise volverme sin conocer los lugares por donde había caminado mi bisabuelo. La Manila española, que allí llaman Intramuros.

El nombre es novelesco. ¿También lo es el lugar?

Es un lugar inhóspito; una megalópoli desordenada donde no paran de construir rascacielos día y noche. Edificios altísimos sin orden ni concierto, que recuerdan la estética de Blade Runner. Pero lo que queda de la ciudad colonial es muy poco, y para llegar tardé cuatro horas en coche, tal es el caos de las calles.

¿Qué encontró de nuestros antepasados?

La catedral, de un barroco serio, poco lucido; el fuerte Santiago; la casa Manila, de estilo colonial, y poco más.

Le imagino evocando las hazañas de los primeros españoles.

Sobre todo de los que llegaron allí en el siglo XVII, después de una travesía en barco que duraba un año entero. Para encontrarse con un clima tropical agobiante. Tanto, que me contaron que a las niñas les llega la menstruación a los nueve años...

¿Le recibieron con el recelo que se reserva al antiguo colono?

No, ellos simpatizan con lo español. Reconocen que están muy marcados por nuestra influencia, aunque apenas los mayores de 50 años hablan el idioma. Pero les hemos dejado la huella de la religión, y son más golfos, más jugadores que el resto de los asiáticos.

Ese también es un sello de la madre patria.

Desde luego. Y además tienen un sentido del humor similar al nuestro. Hacen bromas y se ríen con carcajadas estruendosas.

Pero se han entregado al idioma inglés.

Claro, son prácticos. Pero es curioso porque cuando hablan en tagalo tienen palabras del castellano. Por ejemplo, plato, vaso o revolución. Ellos dicen que nosotros enviamos sacerdotes y los americanos maestros, así que al final pesó más el inglés.

¿Qué sabor de boca le dejó su viaje?

Una sensación de profunda melancolía, porque aquel país fue la perla de Asia, pero la arrasaron los japoneses en la Segunda Guerra Mundial. Creo que si volviera no me quedaría mucho tiempo. Lo justo para buscar su lado interesante.

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