Mentiroso consejero

No sé por qué, pero siempre he relacionado las barbas blancas con erudición y honestidad. El consejero señor Cortés ha demostrado mi error: es un político mentiroso, y a las pruebas me remito. Todavía recuerdo sus palabras cuando pretendió ampliar el horario del metro los viernes y sábados hasta las 2.30; con su cinismo habitual quería realizar dicha ampliación horaria a costa del aumento de la jornada de los trabajadores de Metro, con el demagógico argumento de evitar accidentes de los jóvenes que conducen bajo la influencia de bebidas alcohólicas y que, al parecer, sólo salen hasta las 2.30. Si fuera cierto el argumento, es decir, si lo que realmente se pretende es evitar accidentes, ¿por qué no mantener el 'servicio público' del metro de manera ininterrumpida durante dichos días?

Lo cierto es, y los que salimos de vez en cuando por la noche lo sabemos, que existe una conciencia social cada vez más extendida de no coger el coche los días en los que sabemos que vamos a beber; por contra, los servicios públicos nocturnos son francamente deficientes e insuficientes, a saber: el autobús búho tiene un funcionamiento penoso, coger un taxi por la noche representa una laboriosa y paciente tarea y el metro cierra a la 1.30; conclusión: seguimos cogiendo el coche y generando riesgo. ¿No sería bueno abandonar mínimamente el criterio de rentabilidad en relación con los servicios públicos y aumentarlos -aunque generen mayores costes- con el lícito argumento de elevar la esperanza y calidad de vida de todos?

El otro día el señor Cortés daba distintas razones para justificar la subida de tarifas del metro y, entre otras maravillas, decía que con motivo de la ampliación de la red habían tenido que aumentar la plantilla de Metro. Las razones de este consejero resultan escandalosas por lo siguiente: con motivo del convenio colectivo suscrito con vigencia hasta el año 2000, el segundo del señor Cortés y también diputado autonómico del PP, señor Bocanegra, vendió ante la Asamblea de Madrid la suscripción del convenio argumentando el mantenimiento de todos los puestos de trabajo en número 5.350, más otras 150 nuevas incorporaciones; es decir, aseguraba una plantilla de 5.500 trabajadores.

Pero la realidad es bien distinta: hoy en Metro hay aproximadamente 5.200 trabajadores, y ello es así a pesar de la creación de nuevas estaciones con motivo de la ampliación de la red.