El sector agrario cierra un año de siniestros, penalizaciones y abandonos
La renta agraria subió entre el 2,7% y el 4% en 2001, según la UE
Según los datos provisionales manejados por el Ministerio de Agricultura y los avances de la Unión Europea, la renta agraria en España en 2001 experimentará un crecimiento entre el 2,7% y el 4%, consecuencia, fundamentalmente, de la mejora en precios y volumen de producciones ganaderas como porcino y avicultura. Sin embargo, frente a los datos macroeconómicos elaborados por la Administracion, para la mayor parte del sector agrario se ha tratado de un año dominado por las crisis, los siniestros y los recortes de ingresos.
Estos últimos datos se traducen en la escasa incorporación de jóvenes a la actividad agraria, mientras aumentan los abandonos por jubilación. A grandes rasgos, éstos han sido algunos de los datos más significativos en el sector agrario en 2001:
- Producciones y mercados. Frente a los 20 millones de toneladas de la campaña anterior, la cosecha de cereales de invierno, con solamente 12,1 millones de toneladas, ha sido una de las más bajas de las últimas décadas. En la parte contraria, la producción de maíz aumentó hasta casi cinco millones de toneladas. En aceite se cerró una cosecha de 970.000 toneladas y la producción de vino no llegará a los 38 millones de hectolitros frente a los 45,5 del año pasado. En las producciones ganaderas, estabilidad en volumen en vacuno e incremento en pollos y porcino. El comportamiento de los mercados ha sido dispar. Mejora sensible de los precios en los cereales por la baja cosecha. Precios más elevados en girasol. Bajas cotizaciones en el aceite de oliva, de la uva y el vino. Hundimiento de precios en vacuno e importantes subidas en pollos, porcino, ovino y leche.
- Crisis. El pasado año, consecuencia de la enfermedad de las vacas locas, fue escenario de la mayor crisis que se recuerda en el vacuno de carne. La ganaderos fueron los principales y casi únicos paganos de la crisis, soportando precios hundidos y, además, unos mayores costes en mataderos, percibiendo solamente unas compensaciones parciales de la Administración.
A la crisis de las vacas locas se añadió el temor por la fiebre aftosa en vacuno y, posteriormente, la peste porcina, que eliminò casi 200.000 animales. A estos problemas se sumó la crisis del aceite de orujo por su alto contenido en benzopireno.
- Penalizaciones. El sector agrario fue escenario, un año más, de elevadas penalizaciones por superar los techos de producciones o superficies fijados por Bruselas. Aumentar las mismas parece, hoy más que nunca, una batalla perdida. Hubo penalizaciones fuertes por rebasar las superficies en maíz, trigo duro y arroz. En algodón, se superó la cuota de producción, al igual que en aceite de oliva. En vacuno macho los derechos de prima se quedaron casi a la mitad. En total, unas penalizaciones cercanas a los 100.000 millones de pesetas.
- Siniestros. El pasado año fue un periodo negro, con daños de unos 50.000 millones de pesetas, fundamentalmente por heladas en cítricos, en el viñedo, frutas y hortalizas y ganadería.
- Reformas. Los últimos meses fueron escenario de varias reformas de Organizaciones Comunes de Mercado (OCM). El balance global no ha sido positivo. En azúcar, Bruselas renunció a una reforma en profundidad y se limitó a ligeros recortes, dejando casi las cosas como estaban; España no aumentó su cuota, aunque es un país deficitario. En algodón se mantuvo una cuota insuficiente de 249.000 toneladas. Lo positivo es que no se endurecieron las penalizaciones. Hubo prórroga por tres años en la OCM para el aceite de oliva, con división de opiniones en el sector al mantenerse la actual cuota. En vacuno de carne hubo una minirreforma, que redujo aún más los derechos de primas para el sector. El año se cerró con la reforma discreta de la OCM en ovino y caprino y el compromiso de prorrogar las ayudas para frutos secos. En conjunto, frente a Bruselas, escasos avances y pérdida progresiva de peso político.
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