Dos años de números rojos

Esta corta semana ha dejado poco margen de maniobra en los mercados de valores, que apenas han variado sus posiciones respecto del cierre del viernes anterior. En el mercado español hubo un conato de 'operación maquillaje' en la jornada del jueves, pero, tal y como están las cosas y con otros cuatro días de inactividad por delante, los inversores optaron en la última jornada del ejercicio por deshacer posiciones y esperar acontecimientos.

Con esta nueva pérdida anual, el mercado español suma dos ejercicios consecutivos de descenso, dato que resulta un buen indicador de la cuestión de fondo, la situación de la economía mundial y las expectativas a corto y medio plazo.

La última semana del año resultó positiva, pero poco pudo restar a la caída anual, que es del 7,82% para el Ibex 35 y del 6,39% para la Bolsa de Madrid. Estos descensos quedan muy alejados de las pérdidas de las grandes bolsas europeas, que, en general, se acercan o superan el 20%. Londres queda en una zona más neutra, con un descenso anual del 15,75%.

Dentro de la Bolsa española hay que destacar la caída del 22,45% en el índice del Nuevo Mercado, en línea con el 19% que bajaba el mercado Nasdaq de Estados Unidos poco antes del cierre del pasado viernes. Las expectativas de una recuperación de los valores tecnológicos, aireada a principios del mes de diciembre debido a algunos buenos resultados en empresas estadounidenses, se ha quedado en nada.

Los datos económicos de Estados Unidos, que se conocieron al cierre, entre los que destacaba la primera subida de la confianza de los consumidores en seis meses, apenas influyeron en los inversores, que consideran que el tirón que han dado los mercados desde finales de septiembre ya es un esfuerzo más que suficiente, sobre todo porque se ha efectuado en medio de una crisis económica creciente.

Para algunos inversores, 'la pelota queda en el tejado', ya que en el primer trimestre del próximo ejercicio tendrán que resolverse algunos problemas importantes, como el de la salida de la recesión en Estados Unidos. Para los analistas, ésta es precisamente la variable fundamental de la que hay que deducir futuras estrategias. Los comienzos son buenos, como muestra esa recuperación de la confianza, pero es sólo una encuesta que los datos de producción y consumo deberán confirmar.

En España, por el contrario, la confianza en la economía empieza a alcanzar niveles que podrían afectar al mercado en las próximas semanas, sobre todo si la situación en Argentina no mejora.