Se acabó el chollo
Portugal ya no es lo que era. Los precios se han disparado hasta el punto de que la gasolina, los antibióticos, los automóviles y los muebles son mucho más caros que en España, si bien los restaurantes y los hoteles aún se mantienen ligeramente por debajo. Alimentos y otros productos de primera necesidad se encuentran casi equiparados, dado que las cadenas de distribución surten a las localidades a uno y otro lado de la frontera.
Los habitantes de la ciudad portuguesa de Elvas, a 15 kilómetros de Badajoz y a 12 de Olivenza (pueblo extremeño aún reclamado por las autoridades de Lisboa), ya no necesitan cruzar la frontera para comprar más barato, aunque muchos de ellos aún lo hagan porque en Badajoz encuentran más surtido y calidad.
La entrada en circulación de la moneda única pondrá aún más de manifiesto que cruzar la frontera ya no es garantía de comprar más barato
Enrique Martínez, gerente del supermercado Carvalho de Badajoz (lleva ese nombre porque el primer propietario era portugués), reconoce: 'Los vecinos siguen viniendo aquí para comprar dulces, caramelos y chocolates; los portugueses son muy golosos y las cadenas de distribución reparten muchos de los productos de primera necesidad en Elvas, pero no así estas especialidades'. Los embutidos, añade, 'aún no figuran entre sus compras habituales. Aunque tienen mayor calidad que los suyos, aún no los conocen bien; son más los procedentes de Lisboa quienes se interesan por el pata negra o los buenos chorizos de Jabugo o bellota'.
Las grandes superficies comerciales de Badajoz también son frecuentemente visitadas por los portugueses, sobre todo buscando juguetes en estas fechas. Sin embargo, y frente a los que aún piensan que Portugal es un chollo, algunos de sus precios son mucho más caros que en España. La gasolina súper de 95 octanos y la 98 cuestan en Olivenza 0,74 euros por litro y 0,81 euros, respectivamenes, mientras en Elvas asciende a 0,91 euros y 0,95 euros. El gasóleo es ligeramente más barato en Portugal (0,65 euros el litro, frente al 0,67 euros en España).
Un caso sorprendente lo constituyen los medicamentos, y en especial los antibióticos, dado que Portugal tiene una renta per cápita inferior a la de España. Por ejemplo, una caja de Clamoxil 500 cuesta en la farmacia de Elvas 7,1 euros, mientras el mismo paquete se vende en Olivenza a 2,49 euros.
Enrique Martínez afirma que las diferencias de precios en la Europa comunitaria tienen que ver con los impuestos en cada país y con los márgenes de beneficio. Así, los automóviles son un 20% más caros en Portugal.
La distancia es incluso mayor en el caso de los muebles.Una de las zonas fronterizas más visitadas por los portugueses es la carretera Badajoz-Olivenza. Allí se encuentran alrededor de 10 tiendas de muebles que desde hace años surten no sólo a los clientes de localidades próximas a la frontera, sino hasta de Lisboa. Por el contrario, los hoteles y restaurantes suelen ser más baratos en las zonas fronterizas portuguesas, aunque no en Lisboa.Una habitación doble en el hotel Brasa, a la salida de Elvas, cuesta 40 euros. El hotel Heredero, de Olivenza, también de tres estrellas, cuesta 10 euros más.
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