M.C.D. regala su disco en Internet para criticar la mercantilización del rock actual
Todo el que quiera hacerse con la última grabación de M.C.D., el larga duración imbecil.com, no tiene por qué acudir a la tienda de discos de rigor. El cuarteto bilbaíno ha decidido regalarlo a través de su página web (http://www.imbecil.com), desde la que se pueden descargar las 14 nuevas composiciones. Y a quien le parezca una operación demasiado complicada o no disponga de conexión a Internet, el veterano conjunto de punk rock le ofrece la posibilidad de recibirlo en casa contrarrembolso de sólo 500 pesetas, o tres euros.
'Es una idea que teníamos en la cabeza desde hace tiempo, porque el bajista nuestro [Niko] es un loco de la informática y, en parte, porque estamos muy mosqueados con casi todas las casas de discos por la distribución y la promoción que te hacen. Siempre prometen que te van a hacer la hostia y luego hacen la mitad.Consideramos que el rock and roll es ya como una especie de compraventa, todo se compra y se vende, ha perdido el norte, es una pasada', asegura el batería del grupo, Jimmi justificando la distribución gratuita de su octavo larga duración.
'Es una vergüenza poner en las tiendas a tres mil y pico pelas un cedé que te cuesta 300, o ciento y pico. Es un precio desorbitado. Dijimos: 'Esto no es lógico, no es normal, es un tongo, hombre'. Y se nos ocurrió ponerlo en MP3 para que la gente se lo baje gratis', se extiende el músico para dejar patente el malestar del grupo con la mercantilización galopante que padece el, antaño rebelde, mundo del rock. 'Hemos decidido burlarnos un rato de todo este tinglado. Y, aparte, es también una manera de denunciar toda esta exageración. Puede ser un corte de mangas al mercado, sí', concluye el músico.
Actitud contundente
En lo estrictamente musical, imbecil.com es un disco de punk rock and roll aliñado con incisivos solos de guitarra (varios a cargo de los guitarristas de Señor No y Nuevo Catecismo Católico), aproximaciones al veloz hardcore (No aguanto a la eskoria) y unos textos en los que sus autores dejan claro, entre otras cosas, que odian el pop hortera que triunfa en las radiofórmulas, que son de Bilbao y que no sienten excesiva simpatía por banqueros, políticos, militares y religiosos. Así, tras 22 años en la carretera, M.C.D. mantiene, en lo instrumental, en lo lírico y en el proceder, la actitud contundente, llana y transgresora que se presupone a todo punki.
'Será que no sabemos hacer otra cosa, yo qué sé. Tampoco nos preocupa. Nos juntamos y nos gusta hacer rock and roll cañero. Además, se nos nota, porque somos rockers. Yo me crié escuchando a los Dr. Feelgood y toda esta gente así que, quieras o no, queda un poso del rock and roll este cañero pero tirando a clasiquillo, también', revela Jimmi cuando se le señala su fidelidad al punk rock.
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