"No pienso en que estoy en la NBA, sino en hacerlo mejor la próxima vez"
Apenas tres meses después de haber desembarcado en la NBA, la mejor Liga de baloncesto, Pau Gasol (Barcelona, 7 de junio de 1980) ha superado con creces las expectativas. Sus números, una media de 15 puntos, ocho rebotes y dos tapones por partido en 35 minutos de juego, le alzaron como el mejor novato de noviembre. Con el cuerpo tatuado por las heridas de guerra, el pívot español afronta con optimismo una batalla en la que no tiene un minuto para respirar. Tras derrotar a los Knicks en Nueva York y a los Lakers en Memphis, la lucha continúa para Pau Gasol incluso en Navidades.
Pregunta. ¿Se esperaba que todo fuera tan rápido?
Respuesta. No. Me he intentado adaptar a las necesidades de mi equipo. Quizá no esperaba jugar tantos minutos ni tener tanto protagonismo como he tenido en algún partido, pero el primer año de rookie es muy duro, sobre todo para un extranjero. Estoy muy contento de cómo me están saliendo las cosas pese a los momentos duros. En cualquier caso, son momentos puntuales.
'Estar en un equipo en el que puedo jugar muchos minutos aumenta mi capacidad de progresión'
'Es difícil adaptarse a Williams. Es capaz de lo mejor y de lo peor, pero en todo caso un ganador'
'Los entrenadores no quieren que los 'pívots' tiremos triples. Además, la línea está más lejos...'
'Tengo seis controles antidopaje al año. Nunca tomaré nada ilegal. No creo que me haga falta'
'Yo me digo: 'Llevas 16 partidos y te quedan 60; si ya estás cansado, no veas cómo estarás en el 80'
P. ¿Le ha sorprendido el cambio tan radical desde los inicios hasta ahora?
R. No, porque no hay otra opción; por los lesionados que tenemos, he tenido que jugar muchos minutos. La sorpresa viene cuando acabas el partido y ves que has jugado 40 minutos y pienso que no había jugado tanto en mi vida.
P. ¿Se lo cree?
R. Te lo crees mientras va pasando. Pero yo soy ambicioso y siempre quiero más. Si hay un partido que he jugado 40 minutos, he metido 20 puntos, capturado 10 rebotes y mi equipo no ha ganado, pienso 'he fallado esos dos tiros, no he cogido el primer rebote y mi equipo ha perdido. El próximo partido he de meter tiros más fáciles, coger más rebotes y pensar en ganar'. No pienso en que estoy jugando en la NBA y en que estoy haciendo algo que muy pocos tienen al alcance, sino en hacerlo mejor la próxima vez y seguir jugando a un buen nivel.
P. ¿Cree que esa ambición es necesaria para poder sobrevivir en la NBA?
R. No lo sé, pero es mi forma de ser; de otro modo, me decepcionaría a mí mismo si no hiciera todo lo que puedo.
P. ¿El hecho de haber recalado en un equipo pequeño está acelerando su progresión?
R. Creo que estar en un equipo en el que puedo jugar muchos minutos aumenta mi capacidad de progresión. Puedo adaptarme a todo mucho más rápido y hacer muchas más cosas. Quizá si estuviera en otro equipo no jugaría tanto; y, por mucho que compitas en los entrenamientos, no mejoras tanto como en los partidos. Si juegas 40 minutos, aunque no estés en el mejor equipo, estás jugando contra los mejores y es ahí cuando realmente mejoras. Los que digan que no es que no saben los que dicen.
P. Está teniendo problemas con los tiros libres. ¿Se trata de falta de concentración?
R. Nervios al principio, también falta de concentración... Pero estoy mejorando, y tampoco con el Barcelona tenía buenos porcentajes. Quizá cuando llegaban los momentos importantes sí que los metía, porque esas situaciones me encantan. No puedes fallar y eso me motiva especialmente. Sé que tengo que mejorar y creo que lo haré cuando tenga más calma o cuando tenga que ganar un partido.
P. Apenas tira para tres puntos. ¿Es una consigna técnica?
R. Sí. Los entrenadores no quieren que los pivots tiremos triples. Además, la línea está bastante más lejos...
P. ¿Se ha sentido decepcionado con alguna de sus actuaciones?
R. ¡Claro! En partidos que esperaba hacerlo muy bien y luego lo he hecho muy mal. Pero es la vida del deportista.
P. ¿Fue el caso del partido de su debut y del que jugó contra los Wizards de Michael Jordan?
R. El primero simplemente era el debut, había creado mucha expectación, la gente que había aquí... Todo era muy especial para mí. Me influyó mucho. Fue un momento muy bonito, pero no pude hacer disfrutar todo lo que me hubiera gustado a la gente que me estaba viendo desde España y la que vino aquí a verme. Creo que era comprensible. Contra Jordan, me sentí distinto a lo habitual: jugar contra el gran ídolo de todo el mundo, el mito del baloncesto, te provoca una sensación rarilla.
P. ¿Con qué compararía esa sensación?
R. Con nada.
P. ¿Porque no hay nada igual o porque no encuentra palabras para describirlo?
R. Porque nunca he jugado contra un jugador que me haya hecho sentir de esa manera en el partido. Era la primera vez que veía a Jordan en persona. Lo tenía delante... Fue especial.
P. ¿Estaba nervioso, alucinado...?
R. Estaba como un poco distraído, sin pensar en lo que realmente yo tenía que hacer en el partido, observándolo a él, admirándolo.
P. ¿Y cómo le encontró?
R. Bien.
P. ¿Mejor o peor de lo que se esperaba?
R. Yo nunca espero nada. Espero a que las cosas pasen y después saco mi propia conclusión. No tengo ideas preconcebidas. De modo que, en el caso de Jordan, creo que ha impuesto su capacidad de liderazgo y ha logrado que su equipo dé un salto de calidad muy importante.
P. ¿Cómo lleva tantas derrotas acumuladas?
R. Perder no gusta a nadie. Yo siempre quiero ganar, pero también hay que aprender a perder. Viendo, además, la cantidad de lesiones que tenemos, hay que aceptar algunas derrotas en las que no puedes hacer mucho.
P. ¿Asumir las derrotas es una de las cosas que ha aprendido?
R. ¡Sin duda!
P. ¿Cómo lo ha logrado? ¿Qué ha tenido que cambiar para saber perder cuando no estaba acostumbrado a hacerlo?
R. Pensando en hacer mi trabajo y en divertirme, olvidándome del resultado; nada más.
P. ¿Cree que cambiará la dinámica perdedora de su equipo?
R. Espero que sí. Confío en que cuando Wright y Dickerson se incorporen al equipo suba el nivel y ganemos más partidos.
P. ¿Llegarán a los play-offs?
R. No.
P. ¿Qué es lo que tendría que cambiar en el equipo para enderezar su trayectoria?
R. La gente tiene suficiente criterio para ver el tipo de juego y la productividad que da. Pero, si Williams mejora ciertos aspectos, recuperamos las bajas que tenemos y los jóvenes seguimos mejorando, el equipo se acercará al play-off.
P. ¿Le cuesta seguir el frenético juego de Jason Williams?
R. Es difícil adaptarse a su forma de jugar. Intento sacar lo positivo y coger todos los pases que puedo. Williams es un jugador capaz de lo mejor y de lo peor, pero en cualquier caso ganador. Viene de un equipo que estaba en play-offs y también ha supuesto un cambio para él: ha pasado de ser el base medio titular en el Sacramento a tener todo el poder y llevar completamente el mando del equipo. Creo que él también lo está asimilando. Poco a poco lo irá haciendo mejor, irá controlando mejor sus pases, sus tiros y llevará mejor al equipo.
P. Tras un partido en el que no haya estado bien, ¿cuál es el proceso mental que sigue para recuperarse en el siguiente?
R. Esta Liga tiene muchos partidos, casi uno cada dos días, 15 partidos al mes de media, de modo que, si lo haces mal en un partido, al día siguiente tienes ya la oportunidad de hacerlo bien y de olvidarte del anterior.
P. ¿Le da tiempo a hacerlo?
R. No es fácil. Si haces un mal partido o encadenas una racha negativa de dos o tres resultados, cuesta. Pero tienes que hacerlo por narices para ayudar a tu equipo y a tí mismo.
P. Físicamente, ¿lo está acusando mucho?
R. Lo estoy notando bastante. Pero, mentalmente, tienes que estar bien pese a que tu cuerpo y tus piernas estén cansados. Yo me digo 'mira, Pau, llevas aquí 16 partidos y te quedan 60 más; si estás cansado en el 23, no te quiero contar cómo estarás en el 80. Juega como lo estás haciendo, a un buen nivel, pero aprendiendo a dosificarte'. Es el único modo de aguantar.
P. ¿Cómo consigue dosificarse? ¿Es algo que ha aprendido por su cuenta o hay alguien que le aconseja cómo hacerlo?
R. Lo llevo por mi cuenta. Es importante no hacer esfuerzos inútiles cuando estás jugando, en el calentamiento o fuera de la pista. Siempre hay que intentar ahorrar energías para cuando las necesites de verdad, para estar al ciento por ciento cuando se deciden los partidos.
P. ¿Es algo que hacía en el Barça o lo ha aprendido aquí?
R. Lo he aprendido aquí porque el ritmo de partidos es muy diferente. En España puedes jugar al máximo toda la temporada, al margen de los partidos en los que te encuentras mal físicamente. El ritmo es muy inferior.
P. ¿Se ve preparado física y mentalmente para afrontar tantos partidos y tan concentrados?
R. Va a ser muy duro, especialmente este año, que soy nuevo. Espero ir aguantando físicamente, aunque ya tengo mil molestias. Mentalmente, espero estar todo lo fresco posible para asumir que, cuando haya jugado 30 partidos, aún me quedarán 50 más. Seguro que, cuando acabe la temporada, estaré de baloncesto hasta arriba, pero...
P. ¿Qué molestias tiene que no hubiera padecido en la ACB?
R. De todo: te molestan las rodillas por la carga; si te tuerces un tobillo, arrastras esa molestia porque no paras de jugar; la espalda también se te carga, los mil golpes que recibes en cada partido y que tienes que aguantar si quieres competir... Una persona normal se estaría medio mes para recuperarse, pero tú no puedes parar. Te intentas proteger al máximo para poder seguir.
P. ¿Sigue alguna dieta o régimen especial o toma algún complejo vitamínico que le ayude a soportar un ritmo tan alto?
R. No hay ninguna dieta especial. La comida es libre y cada uno come lo que quiere. Tengo la suerte de que mi madre me prepara buena comida cuando estoy en casa. Supervisados por el médico y el preparador físico del equipo, tomamos proteínas y algún complejo más para ayudar muscularmente y no perder peso durante la temporada.
P. ¿Tiene un médico personal que vele por la legalidad de los suplementos que toma?
R. Mi madre, que es médico.
P. ¿Qué le parecieron las manifestaciones del Manolo Saiz, director deportivo del Once, en las que dudaba de la legalidad de su evolución física desde que está en Estados Unidos?
R. Es evidente que he mejorado físicamente, pero he trabajado con pesas para lograr esta mejoría. Quizá sí que las proteínas o suplementos que tomamos aquí nos pueden ayudar algo a mejorar. Pero, vaya, como rookie, tengo seis controles antidopaje al año. Ya he pasado dos y en ninguno he dado positivo. Nunca he tomado ni tomaré nada ilegal porque no creo que me haga falta. Mi equipo tampoco me daría nada que me impidiera jugar.
P. ¿Qué plan de pesas sigue?
R. Lo hice sobre todo en la pretemporada y consistía en una sesión de pesas cada dos días. Ahora, sólo cuando tenemos un par de días libres hacemos pesas.
P. ¿Es un plan personalizado?
R. No. Es generalizado. Todos hacemos los mismos ejercicios con diferente peso.
P. ¿Cómo es la relación con sus compañeros?
R. Buena, aunque diferente a la que tenía con los del Barça. Soy nuevo y aún no existe tanta confianza, pero, por suerte, somos cuatro rookies, estamos bastante conjuntados, nos vamos a comer juntos cuando estamos fuera... Los veteranos también me están ayudando mucho, me dan consejos, me cuidan.
P. ¿Hay alguno con el que se lleve especialmente bien?
R. Sí, con Nick Andersson.
P. ¿En qué le ayuda?
R. Me dice, por ejemplo, 'en esta posición tienes que estar mirando el balón, no puedes dar nunca la espalda, cuida este movimiento, aquí tienes que ir más fuerte, ahora tira más relajado...'. Cosas de este tipo. Austin o Massenburg también me ayudan y se lo agradezco mucho. Nos dicen que quieren vernos triunfar y sentir que han contribuido a ese éxito enseñándonos los truquillos de esta Liga.
P. Fuera de la pista, ¿tiene relación con sus compañeros?
R. A veces, vamos a casa de uno a ver vídeos o quedamos para ir al cine.
P. En sus enfrentamientos con Garnett, ¿tiene una motivación especial?
R. Me gusta mucho jugar contra él, me divierte. Es muy expresivo, habla mucho en la pista, te pica un poco también...
P. ¿Le ha decepcionado esa forma de comportarse?
R. No. Ya sabía cómo era. Navarro, que jugó contra él en los Juegos Olímpicos de Sidney, ya me había comentado cómo era. Le sigo admirando igual aunque no sea partidario de ciertos comportamientos.
P. ¿El ambiente que rodea a los encuentros difiere mucho del de Barcelona?
R. Sí. Aquí las concentraciones no existen. Tampoco vemos tantos vídeos de los rivales ni se prepara tanto el partido; se repasan un poco las jugadas del equipo contrario, pero no se ven partidos enteros, entre otras cosas porque no tenemos tiempo. Nos concentramos más en nuestro propio juego.
P. ¿Prefiere este sistema al que se utiliza en España, más rígido?
R. Quizá estaría bien una mezcla: que hubiera alguna comida más con el equipo para hacer más ambiente de grupo. Pero, por otra parte, está muy bien que te permitan comer y disfrutar de las ciudades libremente, hacer lo que quieras en tu tiempo libre.
P. ¿Cómo es la relación con Sidney Lowe, su entrenador?
R. Buena. Hablamos, me aconseja sobre las cosas que tengo que hacer en la pista para conseguir mis objetivos. Está muy contento de cómo me van las cosas. También el segundo entrenador, que sabe lo duro que es estar fuera, me ha ayudado mucho.
P. ¿Y con los árbitros?
R. Cada vez mejor. Al principio, te choca mucho que no te piten las faltas, pero es lo que les ha pasado a todos los jugadores, fueran quienes fueran.
P. ¿Le ha resultado muy difícil habituarse al inglés?
R. Al principio, siempre hay cosas que no entiendes, pero cada vez hablo con más fluidez y entiendo mejor lo que me dicen.
P. ¿Recuerda alguna confusión lingüística que le haya hecho especialmente gracia?
R. No. Al principio, había algunas expresiones que no entendía o que me hacían gracia por su significado literal. Pero ahora ya sé qué expresiones son para estar un poco serios, cuáles para reirse y cuáles no.
P. ¿Qué es lo que más le ha costado asimilar?
R. Todo en general. No es fácil estar aquí dejando tu gente, tu casa, tus cosas en Barcelona, y menos en una situación tan buena como la que tenía. Pero decidí dar el gran paso y estoy muy contento de cómo está saliendo, aunque no sea todo perfecto.
P. ¿Le sorprende todavía el impacto que está teniendo?
R. Me sorprende, me alegra mucho y me da mucha fuerza. El otro día, contra el Golden State, había cien españoles en la grada animándome con banderas del Barça, de Cataluña y de España. Eso me llena mucho y pienso 'es duro, te están dando hostias, no me pitan ni una falta..., pero tienes a cien personas en la grada que te están animando como locos'. Eso es increíble. Recompensa mucho.
P. ¿Qué pensó al verse en la portada de dos diarios deportivos cuando se enfrentó a Jordan?
R. Me alegró, me sorprendió. Está bien que el baloncesto adquiera protagonismo; es otro de mis objetivos: que la gente disfrute con el baloncesto y se aficione. Hay que ir abriendo fronteras.
P. ¿Teme que la gente se harte de verlo por todas partes?
R. Espero que no sea así, que pueda seguir estando a este nivel, aunque no siempre podré responder a las expectativas creadas; llegará un punto en el que Gasol no dará más de sí.
P. ¿Y en Memphis le reconocen ya como uno de los suyos?
R. Cada vez la gente me va conociendo más, voy levantando más expectación en la prensa, entre los aficionados...
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