Terroristas y colonos
Quienes van a un país habitado son emigrantes. Quienes van a un país que consideran sin dueño se llaman colonos; como los europeos que colonizaron América y África o los israelíes que fundan sus colonias en Palestina. Colonizamos una tierra que decimos 'de nadie'. Sólo hay indios, negros o palestinos, a los que hay que mantener a raya, cuando no se puede aplicar otra solución mejor. 'El único indio bueno es el indio muerto', dijo un general yanqui.
De ahí la doble vara de medir. Los occidentales, colonizadores desde lo más profundo de nuestra historia, condenamos y nos indignamos cuando un 'terrorista' palestino se mata a sí mismo, en el intento de llevarse con él a unos cuantos colonos de su tierra. Por contra, justificamos la rutina diaria de los 'soldados' judíos (ojo, no confundir con terroristas) entrando en territorio palestino a matar o a reducir todo a escombros, o la de los pilotos cómodamente sentados en sus aparatos bombardeando escuelas.
Sharon bombardeó campos de refugiados; cercó campos de palestinos indefensos para que milicianos de su obediencia asesinaran a miles de mujeres, niños y ancianos; voló casas palestinas sin dejar salir a sus habitantes y, finalmente, boicoteó un posible acuerdo de paz con su provocación en la Explanada de las Mezquitas.
Los israelíes sabían perfectamente a quién elegían. Saben lo que quieren, y no quieren la paz. La paz se hace entre iguales y ellos, colonos de su 'tierra santa', necesitan limpiarla de los seres inferiores que la pueblan. Tampoco quiere la paz su primo el de zumosol, Estados Unidos, que por enésima vez ha vetado el envío de una fuerza de interposición.
A fin de cuentas, los colonizadores no somos terroristas; nosotros poblamos y civilizamos tierras, llevando la religión verdadera, el progreso y la democracia. Los otros, pobres desgraciados, además de ser unos muertos de hambre, son terroristas y van a ir al infierno por malos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.