Aquellos encantadores héroes
Son héroes nacidos a mediados del siglo XIX, pero los años no pasan por ellos. Sus compañeros de finales del XX se les parecen como dos gotas de agua, y es que estos niños literarios no son sólo niños: son 'la esencia' del niño que llega al mundo con ojos nuevos y tiene que reinventarlo para crecer.
-Son rebeldes, transgresores y aventureros por naturaleza. Chicos en su mayoría -aunque Alicia, Celia, Pippi y Matilda no tienen nada que envidiarles-, tienen entre 10 y 12 años, es decir, están ya en 'la edad de la razón' y, precisamente por ello, comienzan a hacerse preguntas y a poner en cuestión las convenciones y normas del mundo adulto.
-Inteligentes y muy observadores, cazan al vuelo las mentiras, las contradicciones y las injusticias, y no tienen reparos en pedir a los adultos todo tipo de explicaciones.
-Autónomos y muy activos, son capaces de enfrentarse, en solitario o liderando un grupo, a todo tipo de obstáculos y dificultades. Nunca se rinden, son valientes y están llenos de recursos.
-Imaginativos y fantasiosos, suelen tener un estimulante mundo propio en el que se refugian para evadirse de una realidad aburrida, gris, triste o difícil, en la que no siempre encuentran su lugar.
-Son niños buenos, algunos claramente ejemplares y otros, aparentemente, no tanto. Pero todos, incluso los más revoltosos, inquietos y problemáticos, tienen en el fondo un corazón de oro.
En la primera mitad del siglo XX, el cine los descubrió para el gran público. Lectores y no lectores de todas las edades los conocen desde entonces, y han hecho suyas sus aventuras, aunque éstas no sean sino versiones, más o menos fidedignas, de esas historias escritas. Así, en el imaginario infantil de hoy, Alicia, Peter Pan, Pinocho o Mowgli son, básicamente, los personajes de Walt Disney, y pocos niños han leído las obras originales. Y junto al cine, la televisión. Desde los sesenta, todos los libros infantiles de éxito han tenido su 'serie': Los cinco, de Enid Blyton, Guillermo, Pippi y Celia son buenos ejemplos.
PERSONAJES DE HOY
CELIA
Celia lo que dice
Elena Fortún (1932)
La nueva niña española. Digna heredera de Alicia, su país no fue el de las Maravillas, sino la España republicana, la de la guerra y el exilio, que ha quedado retratada en sus libros con una autenticidad y una frescura extraordinarias. Madrileña castiza, hija de una familia 'bien' de ideas liberales, la pequeña Celia no entiende de normas ni convencionalismos; de una fantasía desbordante, es una niña inquieta y graciosa, curiosa por naturaleza, que vive feliz rodeada por una corte de adultos que la adoran. Sus preguntas y reflexiones -sobre la injusticia, el clasismo, la doble moral, el feminismo-, formuladas como divertidas e intrascendentes 'cosas de niños', contienen una aguda crítica a la rancia y conservadora sociedad que Elena Fortún quería cambiar desde sus ideas progresistas. El último libro de la serie Celia en la Revolución, fue publicado por Aguilar en 1987. En los noventa, José Luis Borau dirigió una serie protagonizada por Celia para TVE. En 1997, y en la nueva Biblioteca Juvenil de bolsillo, Alianza comenzó a reeditar todos sus libros con las ilustraciones originales.
ANTOÑITA Y MARCELINO
Antoñita la Fantástica
Borita Casas (1948)
Marcelino, Pan y Vino
José María Sánchez Silva (1952)
Los niños buenos de la posguerra. Antoñita representa a la acomodada clase media española. Fue una niña graciosa, parlanchina y observadora, cuya vida y ocurrencias (nació en Radio Madrid en 1947) calaron enseguida entre las niñas de entonces que, como ella, iban a un colegio de monjas, preparaban la Primera Comunión, se vestían de largo, estudiaban y acababan encontrando un novio formal para casarse y tener hijos. Borita Casas (Madrid, 1911-1999) recorrió con sus lectoras ese itinerario vital durante la década de los cincuenta, de la mano de Antoñita. Sus libros se reeditaron en los setenta, pero no tuvieron repercusión. En 1989 se publicó Antoñita la Fantástica/Borita Casas (Castalia/Instituto de la Mujer), una edición con notas e introducción de Ramiro Cristóbal. Marcelino fue un ángel. Un 'santito' que pasó brevemente por el mundo, como huérfano abandonado en un convento, para devolver al buen camino a algunos adultos descarriados y reforzar en la fe a unos tristes monjes. Hecho el milagro, Marcelino será premiado con su mayor deseo: reunirse en el cielo con su mamá. Fue un éxito sin precedentes y un fenómeno de popularidad, a lo que sin duda contribuyó la excelente adaptación cinematográfica de Ladislao Vajda, en 1954, con el maravilloso Pablito Calvo de protagonista. Sánchez Silva es el único autor español galardonado con el Premio Andersen (1968). Anaya reeditó la novela en Tus Libros, en 1999, con un interesante estudio de Emilio Pascual.
GUILLERMO
Las aventuras de Guillermo Brown
Richmal Crompton (1922)
El niño genial. Independiente, incombustible, incontrolable, el muy británico Guillermo Brow llegó a España a mediados de los cuarenta y fue una revolución. Un soplo de aire fresco que abrió insospechados horizontes de transgresión a los aburridos lectores de moralina y 'vidas ejemplares' de entonces. Guillermo es un auténtico proscrito, un niño que vive al margen del extraño mundo adulto, con el que siempre choca irremediablemente. Pese a sus buenas intenciones y mejor disposición para comportarse como espera de él su 'querida familia', su condición de pirata, detective, actor, cupido ocasional o inventor genial, siempre tiene el mismo resultado: una catástrofe doméstica. Fue un personaje más popular entre los niños que entre las niñas, quizá por su conocida manía a las chicas. Pero todos lo leían con fruición y ellos querían 'ser' Guillermo Brown. Molino mantiene la característica colección roja con los 12 títulos de la serie, que lleva las ilustraciones clásicas de Thomas Henry.
LOS CINCO
Los cinco. Enid Blyton (1945)
La pandilla. Llegaron en 1965 a España, desbancando a Guillermo y otros héroes solitarios y poniendo de moda las novelas 'de pandillas', desde entonces un subgénero específico de la literatura infantil. Personajes planos y estereotipados, estructuras narrativas esquemáticas y repetidas en cada libro con algunas variaciones en la trama, la acertada mezcla de intriga y humor, y unos textos fáciles de leer, éstos eran los ingredientes de la fórmula de la norteamericana Enid Blyton. Una fórmula que hizo furor entre los niños españoles y que aún hoy se mantiene vigente. Su aportación: mostrar con naturalidad la relación de niños y niñas en sus juegos y actividades cotidianas (por aquí la coeducación era todavía una cuestión polémica), y presentarlos como personas activas, responsables y autosuficientes en un contexto próximo a los lectores. Molino y Juventud fueron los primeros editores de las series de Enid Blyton en España. Este año RBA ha comenzado a editarlos para quiosco, bajo el título Biblioteca Enid Blyton.
PIPPI
Pippi Calzaslargas
Astrid Lindgren (1959)
Marginal, pícara y peter pan con trenzas. De todo un poco tiene esta huérfana sueca que, en su momento (en España, en los setenta), escandalizó a toda Europa. Una encantadora desclasada feliz, antiescuela, antifamilia, transgresora de todas las normas y única dueña de sus actos con apenas nueve años, que fue considerada por muchos adultos un 'peligroso mal ejemplo'. Disparatada y divertidísima, se convirtió en un fenómeno de popularidad sobre todo a raíz de una entretenida serie que le dedicó la televisión. Juventud acaba de reeditar el libro de sus aventuras.
RUDIGER
El pequeño vampiro
Ángela Sommer-Bodenburg (1979)
Rudiger, el niño vampiro. Fue una de las lecturas preferidas de los niños españoles de los ochenta. Inauguró una nueva fórmula de 'terror para niños', que llevaba aparejado mucho humor, pero sin evitar detalles y situaciones escalofriantes, como se supone que se dan cuando hay un vampiro de verdad de por medio. Los lectores compartían con Anton, el amigo humano de Rudiger, la continua sensación de 'estar en peligro' y devoraban -hoy lo siguen haciendo- con pasión sus aventuras. Fue llevado a la televisión y al cine. En España sus libros están editados en Alfaguara.
BASTIÁN Y ATREYU
La historia interminable
Michael Ende (1988)
Los héroes clásicos. El niño solitario y el joven héroe del reino de Fantasía, unidos para salvar a la Emperatriz Infantil, fueron los personajes más populares de la década de los noventa. Deudores de la gran tradición fantástica anglosajona -Tolkien, C. S. Lewis, Nesbit-, encarnan los tradicionales valores de los héroes clásicos y llegaron para equilibrar una literatura infantil excesivamente instalada en el 'realismo'. Su autor, sólo conocido hasta entonces por sus libros para niños, se convirtió en el escritor alemán de mayor éxito con esta historia que entusiasmó tanto a niños como a adultos. La película con sus mágicas aventuras contribuyó enormemente a su difusión. Está editada por Alfaguara.
MATILDA
Matilda. Roald Dahl (1989)
La nueva Alicia. Pero una Alicia que vive, a su pesar, en el país de la idiotez. Niña sensible y lectora empedernida, su familia y el mundo que la rodea es una pesadilla. El siempre ácido Dahl, puso en boca de Matilda una de las críticas más feroces a la educación y a la familia que se recuerdan en la literatura infantil. Como es natural, Matilda es superior y, con la inestimable ayuda de la señorita Honey -una profesora que es, prácticamente, el único personaje adulto positivo de la novela- conseguirá enderezar su futuro. Matilda también fue llevada al cine. Su novela, al igual que el resto de la producción de Dahl, está publicada por Alfaguara.
MANOLITO
Manolito Gafotas
Elvira Lindo (1994)
El niño de barrio. Recoge el testigo de Celia y Antoñita (nació, como ella, en la radio), pero su familia es modesta y vive, con estrecheces, en la barriada madrileña de Carabanchel. La vida de Manolito es una continua y divertida aventura. Es un observador nato que retrata la realidad con un descaro, una irónica mala uva y una divertidísima espontaneidad, que ha conquistado a lectores adultos y niños. Best seller de la literatura infantil española del siglo XX, con más de un millón de ejemplares vendidos. Con sus peripecias se han hecho dos películas. Sus novelas están editadas en Alfaguara.
HARRY POTTER
Harry Potter y la piedra filosofal J. K. Rowling (1997)
El niño brujo. Es la vuelta al modelo narrativo de la fantasía más tradicional. Su espectacular acogida en todo el mundo ha sido el fenómeno literario de los cuatro últimos años. De momento, nadie ha podido explicar, convincentemente, por qué los niños -que según todas las encuestas son bastante refractarios a la lectura- han decido leer sus libros, unas novelas sin ilustraciones y de entre 300 y 600 páginas. Salamandra ha publicado los cuatro primeros títulos de la serie, que constará de siete. El primero de ellos ya ha sido llevado al cine.
PERSONAJES DE AYER
ALICIA
Alicia en el País de las Maravillas Lewis Carroll (1865)
Apareció, casualmente, en el País de las Maravillas, un mundo tan inexplicable y absurdo como el que todos los niños, en algún momento de su infancia, piensan que es el suyo. Inteligente, educada y con mucho carácter, Alicia fue la primera niña que se atrevió a cuestionar, abiertamente, las normas, hábitos y costumbres de un mundo que, a su juicio, no era razonable. Y para razonable, ella. Con ideas propias sobre la autoridad, la justicia y los buenos modales, una lógica aplastante y una flema inglesa admirable, fue capaz de vencer a la feroz Reina de Corazones. Y de volver a casa sana y salva, y un poco más sabia. A España llegó en 1927, de la mano de Editorial Juventud, que mantiene en catálogo una bonita edición con ilustraciones, en negro y en color, de Lola Anglada. Lumen publicó el año pasado otra edición especial, con ilustraciones de Helen Oxenbury, muy atractiva para niños pequeños.
PINOCHO
Las aventuras de Pinocho
Carlo Collodi (1883)
El primer niño 'problemático' de la literatura infantil. Desobediente y mentiroso, hace novillos, fuma a escondidas, se escapa de casa y se burla hasta de su padre. Es un auténtico desalmado, y nunca mejor dicho, porque Pinocho no es un niño, sino un trozo de madera que cobra vida gracias al amor de su creador, el carpintero Geppetto. Toda su peripecia tiene un único objetivo: humanizarse. Y sólo en la medida que va aprendiendo lo que es la alegría, el dolor y la compasión, ganará su derecho a convertirse en niño. Cuento ejemplar y explícitamente moralizante, es sin embargo un espléndido cuento de hadas lleno de fantasía, vitalidad y emoción. Walt Disney hizo con Pinocho una de sus mejores películas y Everest publicó la versión en libro. Altea editó, en los ochenta, un extraordinario volumen, ilustrado por Roberto Innocenti. Anaya tiene en Tus Libros una cuidada edición, con los dibujos originales de Atilio Mussino.
JIM HAWKINS
La isla del tesoro
Robert Louis Stevenson (1883)
El héroe juvenil por excelencia. Su viaje en La Hispaniola en busca del tesoro de Flint y de su propio lugar en el mundo, es la más maravillosa novela de aventuras jamás escrita. Y la más emocionante peripecia vital de un inocente y frágil grumete, apenas un niño, decidido a convertirse en hombre. Su maestro: un incomparable pirata, John Silver El Largo, con el que Jim mantendrá una estimulante relación de admiración-repulsión que será fundamental en su vida. La mayoría de los héroes juveniles han seguido el patrón de este emblemático personaje de Stevenson. Anaya tiene en Tus Libros una cuidada versión íntegra con los dibujos originales de Mervyn Peake. Vicens Vives ofrece una magnífica edición en gran formato y con ilustraciones en color de Robert Ingpen.
TOM SAWYER Y
HUCKLEBERRY FINN
Las aventuras de Tom Sawyer Las aventuras de Huckleberry Finn. Mark Twain (1876 y 1885)
Los pícaros modernos. Nacidos de los recuerdos de infancia del autor a orillas del Misisipí, ambos muchachos son la encarnación más lograda de esa breve edad de la rebeldía y los sueños que precede a la sensatez domesticada. Asilvestrados, indómitos y divertidos. Twain describió a Tom como un líder arrebatadoramente imaginativo capaz de hacer 'que otros muchachos aceptaran sus fantasías más descabelladas'; es la imagen viva de la infancia irresponsable, desobediente y gozosa. Y de Huck destacó su honestidad, su solidaridad y su 'corazón firme y leal'. Su aventura por el río, para salvar al esclavo Jim es, además de un gran fresco de la época, un inolvidable canto a la libertad. Ambas obras se editan continuamente. Anaya las ofrece en Tus Libros, con las ilustraciones de True Williams y de E. W. Kemble, que acompañaron las primeras ediciones americanas, y Alianza en su edición de bolsillo.
MOWGLI
El Libro de la Selva
El segundo Libro de la Selva
Rudyard Kipling (1894 y 1895)
El primer niño salvaje de la literatura infantil. Criado por lobos y educado por el oso Baloo y la pantera Bagheera, su inteligencia superior le convertirá en el 'rey' de la comunidad salvaje. Pero antes, Mowgli tendrá que 'estudiar' la Ley de la Selva (que no es otra que la Ley de la Vida) y aprender a respetar sus normas. Alegre y excelente aprendiz, el cachorro humano crece, fuerte y generoso, en la elemental armonía de la vida salvaje. Pero según va creciendo descubre también, con dolor, la maldad y la complejidad de la vida. Historia de aprendizaje, la de Mowgli es una maravillosa fábula con moraleja, escrita con gran talento y fuerza evocadora y, sin duda, en estado de gracia, por un adulto que nunca olvidó las leyendas, los paisajes y hasta los olores que le fascinaron durante su infancia en la exótica India. La peripecia de Mowgli aparece en los dos libros de la selva. Anaya ha publicado los dos títulos; Alianza bolsillo los ofrece en un solo volumen.
PETER PAN
Peter Pan y Wendy
James M. Barrie (1911)
Mitad niño mitad duende, Peter Pan tiene muy buenas razones para no querer crecer. Niño abandonado, que nunca conoció el amor y los cuidados de una madre, ha decidido que los adultos no son de fiar y que nunca será como ellos. Así que se ha instalado en la eterna infancia y reina en el País de Nunca Jamás, el refugio de todos los niños perdidos, donde no tienen cabida los mayores. Libre, salvaje y amoral, de nada servirá que la sensata Wendy le hable de amor, responsabilidad y buenas normas de conducta: Peter es irreductible. Y si su Wendy crece y se le escapa, él siempre encontrará a otra wendy pequeña dispuesta a acompañarle en sus fantásticas locuras. Niño terrible y duende maravilloso, tozudo e insensatamente libre, sus encantadoras aventuras siguen fascinando a los niños de hoy y a muchos adultos varados en la infancia. Edhasa acaba de publicar una espléndida edición que incluye los dos textos que Barrie escribió sobre el personaje: Peter Pan en los jardines de Kensington y Peter Pan y Wendy, con las clásicas ilustraciones de Arthur Rackham y Mabel Atwell.
Para no robarles la esperanza
PARA OBSEQUIAR a su adorada Alice Liddell, el reverendo Charles Dogdson, alias Lewis Carroll, escribió Alicia en el País de las Maravillas. A petición de Lloyd Osbourne, de 13 años, hijo de su mujer, Robert Louis Stevenson escribió La isla del tesoro. Para entretener a los que llegarían a ser sus hijos adoptivos, los cinco hermanos Llewelyn Davies, James M. Barrie inventó a Peter Pan. J. R. R. Tolkien y Astrid Lindgren escribieron para los suyos El Señor de los Anillos y Pippi Calzaslargas. Cinco historias escritas para unos niños concretos, 'los niños de casa', protagonizadas por héroes infantiles, que se han convertido en clásicos de la literatura y en modelos de vida para las siguientes generaciones de lectores. La proximidad de los niños propios, el amor hacia ellos y la necesidad de ayudarles a crecer (pero también la satisfacción de mantener ese estatus de 'dios' que todo adulto narrador ha podido experimentar en compañía de 'sus' niños) están en la base de la mayoría de esas obras nacidas para entretener y encantar, pero sin olvidar la responsabilidad de educar y de transmitir a los pequeños los valores y la idea del mundo de los mayores. Porque tras la irreverente Alicia, el inquietante Peter Pan, el aventurero Jim, el fantástico hobbit Frodo o la divertida Pippi, hay siempre una lección moral. La transgresión, la violencia, la muerte y la maldad son los ingredientes básicos de estas historias, pero junto a ellos, inseparablemente, están también sus contrarios: el respeto a las normas de convivencia, el amor a la vida, la compasión, la bondad. Y lo más importante: el final siempre es feliz porque, según una convención universal, no sería aceptable robarles a los niños la esperanza. Otros autores no necesitaron el aliciente de los niños cercanos para dirigir sus obras a la infancia, pero utilizaron la figura del protagonista-niño como recurso para facilitar la identificación de los lectores con sus historias. Desde una preocupación pedagógica conservadora, Carlo Collodi inventó la espléndida fantasía de Pinocho, y Rudyard Kipling escribió la maravillosa historia de Mowgli, en sus Cuentos de la selva. Desde la más provocadora crítica social, Mark Twain creó a Huckleberry Finn y Tom Sawyer, dando lugar -salvando las distancias- a toda una serie de niños 'terribles', divertidamente transgresores, como Guillermo Brown de Richmal Crompton, Matilda de Roald Dahl, el Pequeño Nicolás de Goscinny y Sempé o Manolito Gafotas de Elvira Lindo. Y otros, en fin, han seguido la línea fantástica de Tolkien y C. S. Lewis (Las crónicas de Narnia), con héroes siempre en busca del bien, como Bastián y Atreyu, en La historia interminable, de Michael Ende, y como el más reciente Harry Potter de J. K. Rowling.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.