Risas contra el sexismo

Bilbao. Palacio Euskalduna. Día 26 de noviembre. Son casi las siete de la tarde de la primera jornada del congreso Mujer y Deporte, organizado por la Diputación de Vizcaya para analizar qué factores hay que cambiar para conseguir una actividad deportiva 'sin dudas de ningún género'. De pronto, una mujer irrumpe por la puerta trasera de la sala. Lleva una nariz de payasa, un vestido de color lila, con muchos volantes y adornos de encaje negros, y dos largas coletas que salen disparadas del sombrero. Es Virginia Imaz (San Sebastián, 1962) o Pauxa, su personaje cómico, que ya ha recorrido más de 300 congresos, seminarios y conferencias con sus animaciones clown o klownklusiones, que arrancan una sonrisa a la más pintada. Y eso, que le contratan muchas veces para hablar de su especialidad: las desigualdades que sufren las mujeres.

El trío Oihulari Klown ofrece espectáculos desde una perspectiva de género. Participa en charlas y seminarios como público para luego dar el toque de humor con sus 'klownklusiones'

El grupo Lanbroa ha creado el Partido Feminista de Euskadi. Entre sus proyectos: la formación de un tribunal permanente de crímenes contra las mujeres y participar en las elecciones

Las risas también inundaron la sala Juan de Larrea de Bilbao dos semanas antes, cuando Virginia Imaz salió a la tarima, igualmente caracterizada de Pauxa, su yo payasa, para resumir en clave de humor la conferencia de la monja Dolores Aleixandre. Profesora de Sagradas Escrituras en la Universidad de Comillas y teóloga progresista, Aleixandre se rebela contra la invisibilidad de las mujeres en la interpretación clásica de la Biblia y afirma, entre otras cosas, que 'la Biblia inventó el burka antes que los talibanes'.

Imaz recuerda su intervención en esta conferencia, organizada por la asociación Arnasatu. 'No es la primera vez que trabajo para las teólogas feministas, que son la quinta columna peleándose contra el muro del Vaticano y yendo a la raíz, porque son expertas en la Biblia'.

Maestra antes que actriz, Imaz se formó en Italia, Bélgica y Francia en el teatro de máscara antes de fundar el grupo guipuzcoano Oihulari klown, que sigue a su vez la escuela del grupo francés Bataclown y del payaso Alberto Mangin. 'Ellos inventaron el clownanalyse, que es una práctica a medio camino entre el análisis institucional y la improvisación', explica Imaz que asegura que 'cuando estoy de payasa me convierto en un contrapoder, porque puedo parodiar actitudes e ideologías, no a personas, y decir cosas que no se recibirían bien si no llevara una nariz de payaso'.

Explica que 'lo que realmente me hizo feminista sin yo saberlo fue mi práctica como educadora de adultas, que mayoritariamente eran mujeres y que me enseñaron lo que es ser mujer. Es un feminismo que nace de la rabia porque había mujeres que venían a escondidas a estudiar porque si su marido se enteraba, les pegaba'.

Oihulari Klown -Virginia Imaz, Rakel Imaz e Isabel Aixa-, o sus alteregos cómicos, Pauxa, Muxutruka y Caléndula, ofrecen espectáculos clown desde una perspectiva de género, narración de cuentos sobre mujeres, cuentacuentos y animación clown de congresos, charlas y seminarios a los que acuden como público para luego dar el toque de humor con sus klownklusiones. 'Los colectivos de educación y de salud son los que más nos llaman, los que menos, las universidades', destaca Imaz.

Después de dos años y medio trabajando en el Circo del Sol en Orlando, esta guipuzcoana ha encontrado a la vuelta más trabajo como clownclusionista y también como actriz, porque está gira interpretando a Bambulo, el perro docto que salió de la pluma de Bernardo Atxaga y que Ramón Barea ha llevado al teatro.

Periódico de género

Las tres payasas, un término que ellas mismas reivindican, anuncian sus espectáculos en el periódico mensual Andra. Esta publicación, escrita y dirigida por mujeres, que en enero cumplirá su primer aniversario, es otro ejemplo del resurgir del movimiento de mujeres en el País Vasco. Con un logotipo diseñado por la escultora Dora Salazar, en el periódico colaboran la escritora Luisa Etxenike y las antropólogas Teresa del Valle y Carmen Bernabé.

También escribe en Andra María José Urruzola, experta en coeducación y fundadora del grupo feminista Lanbroa, que entre sus proyectos más recientes tiene la creación del Partido Feminista de Euskadi y entre los más veteranos, una escuela de feminismo. Diez años lleva Lanbroa organizando cursos de formación sobre el feminismo por los que han pasado unas 300 mujeres.

Este año, cerca de 40 alumnas se han apuntado a esta peculiar escuela, que dura seis meses. La más joven es Ruth, una estudiante de 22 años; la mayor, Montse, de 59 años, separada y en paro. 'Siempre me ha interesado el tema del feminismo', explica Ruth, mientras Montse, más tajante, apunta que 'tengo muy claro que las mujeres, como no estemos unidas y no nos lo curremos, nos machacan los mozos, porque somos invisibles'.

Las dos comparten un aula, el local de Lanbroa en la capital vizcaína, donde empezaron el pasado 31 de octubre estudiando la situación de las mujeres en el mundo y terminarán en abril analizando el feminismo como un instrumento con capacidad de transformación social. Esta iniciativa es una de las que lleva el grupo Lanbroa, que se ha lanzado a la arena política, creando el Partido Feminista de Euskadi. Entre sus proyectos, están la formación de un tribunal permanente de crímenes contra las mujeres, en el que participan nueve abogadas y una fiscal, y presentarse a las elecciones municipales de Bilbao en 2003.