Oposición y sindicatos se movilizarán contra el 'tarifazo' en el transporte

La subida media de un 7,6% en las tarifas del transporte público para 2002, aprobada el pasado miércoles por el Consorcio Regional de Transportes, ha encrespado los ánimos de los partidos de la oposición (PSOE e IU), los sindicatos CC OO y UGT y asociaciones vecinales. El socialista Rafael Simancas e Inés Sabanés, de IU, han anunciado movilizaciones contra el tarifazo del Gobierno regional, presidido por Alberto Ruiz-Gallardón, del PP. Esa subida media del 7,6%, que entrará en vigor el 1 de enero próximo, se suma al 7,27% de incremento que se aprobó para el presente ejercicio respecto al anterior. Es decir, en dos años ha habido un aumento de casi el 15% en las tarifas del metro y de los autobuses de la EMT y de otras líneas del área metropolitana.

Simancas y Sabanés arremetieron ayer contra el Ayuntamiento, gobernado por el PP, por no haberse opuesto a la nueva subida, y contra el Ejecutivo de Ruiz-Gallardón, al que acusaron de intentar cargar sobre los usuarios la financiación de la deuda que ha acumulado la Comunidad, entre otras cosas, por su empeño en realizar una gran extensión del metro en un corto plazo. Máxime cuando la subida del 7,6% se eleva hasta el 9,4% en el caso del metrobús (billete para 10 trayectos), que es uno de los títulos de viaje más utilizados.

El metrobús pasa a costar cinco euros (830 pesetas), lo que representa una subida de 70 pesetas sobre las 760 actuales. 'Me parece una auténtica barbaridad. El golpe es tremendo, brutal para las familias que tengan varios miembros que usen habitualmente el metro o el autobús para sus desplazamientos', afirmó Sabanés. Simancas señaló que desde que el PP gobierna en la Comunidad (desde 1995) se ha producido una subida acumulada del 23%. Manuel Cobo, consejero de Presidencia, justificó la subida no sólo en las mejoras realizadas en el metro, sino en las que se harán en el futuro.

El transporte público en Madrid costará menos a partir del 1 de enero si el usuario paga su billete en pesetas en vez de hacerlo en euros, según admiten fuentes del Consorcio Regional de Transportes. Dichas fuentes explican que esta diferencia, que estará vigente durante los dos meses en los que convivirán la peseta y el euro (enero y febrero), se debe a que 'las monedas de una peseta prácticamente han desaparecido', y se formarían grandes colas si hubiera que devolver a los usuarios el cambio en esa moneda.

Según las nuevas tarifas, el abono normal mensual de la zona A costará 32,3 euros (5.374 pesetas), aunque si el usuario lo paga en pesetas sólo tendrá que entregar 5.370, lo que supone un ahorro de cuatro pesetas. Igual ocurre si el viajero adquiere un metrobús en euros (cinco euros), equivalente a dos pesetas más que si lo hace en la moneda española (830). Los mayores de 65 años también se ahorrarán cuatro pesetas si el abono lo compran en esta moneda (1.435) que si lo realizan en euros (8,65).

El portavoz de la Asociación de Usuarios de Transporte Público, Eustaquio Jiménez, instó a los usuarios a pagar el transporte en pesetas, y no en euros, al considerar que 'se ha hecho un redondeo hacia arriba'.

'Una chapuza'

El parlamentario socialista y ex consejero de Transportes Julián Revenga calificó de 'chapuza' esos redondeos, al entender que modifican las tarifas medias dadas por el Consorcio. Por ello, anunció que pedirá explicaciones al Gobierno en la Asamblea el próximo jueves, 'por una chapuza que se suma al atraco social de la subida del transporte'.

El consejero de Presidencia, Manuel Cobo, afirmó que ninguna subida de tarifas es popular, pero justificó el tarifazo en que 'ha habido, hay y va a seguir habiendo una mejora en el servicio que se presta, que tiene un coste muy importante y que es demandado por los ciudadanos'. 'Hay mejores trenes, más modernos, mejores estaciones, más escaleras mecánicas; todo eso tiene un precio, y puesto en un lado de la balanza pesa mucho más que el incremento de las tarifas', enfatizó Cobo.

El portavoz del Gobierno regional se sumó así a los argumentos utilizados por Luis Eduardo Cortés, consejero de Transportes, tras la reunión del Consejo de Administración del Consorcio Regional de Transportes: 'Hay que pagar un servicio que está creciendo constantemente y está mejorando su calidad', afirmó Cortés.

Sin embargo, Julián Revenga, ex consejero de Transportes con el último gobierno de Joaquín Leguina y portavoz socialista en este asunto en la Asamblea, asegura que 'las tarifas no sirven para pagar las inversiones'.

'Cortés está utilizando en los presupuestos del metro un subterfugio', consistente en camuflar como un canon por el uso de las vías y de alquileres por los trenes a la empresa pública Mintra lo que en realidad son inversiones en infraestructuras. 'Este año se eleva a 9.000 millones lo que se paga a esa empresa por esos conceptos de canon y alquiler de trenes, pero ya está bien de falsear la realidad', dijo Revenga.

Más viajeros

Hasta ahora,

Ruiz-Gallardón ha alardeado del aumento de viajeros que se ha producido en el suburbano -527 millones de viajes en el año 2000, un 9,4% más del ejercicio anterior- como consecuencia de la expansión en la red realizada la pasada legislatura (37 kilómetros nuevos de suburbano). Pero la oposición ha denunciado reiteradamente que esas obras están endeudando en exceso a las arcas regionales.

Hasta ahora, para no aumentar el déficit público, Ruiz-Gallardón ha encargado a tres empresas públicas (Arpegio, Arproma y Tres Cantos) la ejecución de las principales obras (metrosur, nuevas líneas del metro, enterramiento de vías de tren...). Posteriormente, el Gobierno les devolvía en varios plazos lo invertido. Pero la deuda supera ya los 118.000 millones de pesetas. El último consejo de Gobierno de noviembre aprobó asumir, como exige la Ley de Estabilidad, esos 118.000 millones como deuda pública. Pero para poder hacer frente a estos nuevos pagos, el Gobierno ha tenido que endeudarse en otros 247.000 millones. Con ese dinero quiere acabar con el déficit de las tres empresas regionales citadas e inyectar otros 20.000 millones de pesetas a Mintra. Esta empresa, que realiza las infraestructuras y después las alquila, adeuda otros 430.000 millones.

PSOE, IU, CC OO y UGT ven en este tarifazo-bis un intento de enjugar parte de la deuda. 'Éste es el regalo que Ruiz-Gallardón hace a los madrileños: una subida del transporte público brutal y desproporcionada. Nos va a hacer pagar con sangre, con el impuesto de gasolinas y con esta subida, el endeudamiento desmesurado de su Gobierno', afirmó el socialista Simancas.

La concejal Inés Sabanés, de IU, anunció que la movilización, junto con los sindicatos y el movimiento vecinal, 'tendrá carácter inmediato'.