_
_
_
_

José Luis Gómez recupera la figura de Azaña en un monólogo para 'refrescarle la memoria al público'

El actor y director ofrece en el teatro Central su retrato del político republicano

Margot Molina

José Luis Gómez, actor y director de escena, ha rescatado a Manuel Azaña del limbo para enfrentarlo a 'cualquier ciudadano español interesado en conocer su pasado, la raíz de su situación actual', reflexiona. La obra Azaña, una pasión española, una selección de textos del presidente del Gobierno de la Segunda República adaptados por José María Marco, podrá verse hoy en el teatro Central de Sevilla. El onubense José Luis Gómez, que dirige el Teatro de La Abadía de Madrid, se enfrenta a un monólogo que ya puso en escena en 1988 y que ha decidido recuperar para 'refrescarle la memoria al público' y recorrer casi una década que va desde el inicio de la República hasta el final de la guerra civil.

José Luis Gómez, uno de los hombres más galardonados y respetados de la escena española, advierte que su espectáculo 'no pretende ser una reconstrucción histórica, ni un juicio de la actuación política de don Manuel Azaña'. 'Es un retrato escénico a partir de sus memorias, sus discursos, diarios y notas. Una visión global de la persona y la figura política pero con sus luces y sus sombras', comentó ayer Gómez. La obra, con música de Alejandro Massó e iluminación de José Manuel Guerra, estará hoy y mañana en el teatro Central de Sevilla.

A partir de los textos del político de Alcalá de Henares que llegó a ser Presidente del Gobierno durante la Segunda República con Niceto Alcalá-Zamora al frente y Presidente de la República en 1936, José María Marco ha hecho una selección que dura poco más de una hora. José Luis Gómez ya estrenó esta obra en 1988 en el Centro Dramático Nacional.

'La razón que me llevó entonces a montar este espectáculo y ahora a recuperarlo es que Azaña es un gran desconocido. Se habla de Azaña, pero muy pocos han leído sus obras', asegura el fundador y responsable de La Abadía que también dirige Mesías, la obra de Steven Berkoff que está en cartel en el teatro madrileño.

'La obra no es la misma que la que hice entonces. Es una nueva versión enriquecida con textos sobre los nacionalismos. La puesta en escena es más relajada y la acción más fluída porque en el intervalo he aprendido un poco', comenta el actor onubense quien en 1988 recibió el Premio Nacional de Teatro.

En un escenario casi desnudo en el que hay pocos movimientos y una luz muy ténue, Gómez va dando forma a las palabras de Azaña organizadas en tres momentos distintos. Escritos en los que Azaña perfila su personaje público y alude a las opciones de gobierno con el Partido Socialistas; reflexiones sobre la historia de España con referencias al régimen republicano, el laicismo y la guerra civil y, por último, la meditación sobre el arte y los paisajes españoles. 'Para mí la obra es un homenaje a toda una generación que la guerra civil se llevó por delante y a la que pertenecían muchos de los pensadores que contribuyeron a crear la edad de plata de la cultura española. Fue una generación de la que formaban parte los que deberían de haber sido maestros de mi propia generación y que nos los robó la guerra', reflexiona. 'Ha sido un reto convertir estos textos en un hecho escénico. Es una producción que tiene una fuerte carga emocional para los españoles', explica el director.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los textos que pone en escena Gómez guardan siempre una intención última, un compromiso social y/o político que en este caso es más evidente. El director prolonga este compromiso más allá del escenario y ofrecerá mañana antes de la representación, a las 17.30 en el teatro Central, una mesa redonda titulada Azaña y su tiempo. El historiador Santos Juliá, el diplomático José María Ridao y el periodista Miguel Ángel Aguilar participarán en esta mesa junto a Gómez. El debate, organizado por la Universidad de Sevilla y la Consejería de Cultura, será un buen preámbulo para que las palabras de Azaña resuenen con más sentido en la garganta de José Luis Gómez.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_