El arte, con arte se paga

A los internos del Centro Penitenciario de Sevilla les viene bien cualquier ayuda, especialmente la que llega en forma de cultura o divertimento para hacerles olvidar dónde están, aunque sea por un rato. Después de tres jornadas de teatro, llegará el flamenco: cante, toque, baile y hasta un coro rociero de campanilleros que pasarán por los escenarios de la prisión del 18 al 20 de diciembre.

Pero la generosidad, que en el caso del flamenco viene del Ayuntamiento de Sevilla y la Fundación El Monte, no es unidireccional y los reclusos han decidido que el arte, con arte se paga. El taller de actividades plásticas de la prisión, que dirige un educador e imparte el artista Antonio García Villarán, lleva meses trabajando en una serie de obras inspiradas en temas tan dispares como las pinturas de Picasso, paisajes de Sevilla o la mitología egipcia. Los presos-artistas han realizados transfers -una especie de calcado- con acuarelas que ahora les regalan a todos los artistas que participan en el programa cultural de diciembre. A Javier, el monitor del aula de teatro de la prisión, le gustaría poder 'pagar' la generosidad de la gente de otra forma; por ejemplo, con la pequeña gira por otras prisiones andaluzas que Instituciones Penitenciaras permitió que realizara el grupo hace dos años. 'La verdad es que este último montaje ha salido bastante bien. Hemos tenido ocho representaciones y todas han estado llenas, pero claro, aquí no se puede programar mucho más porque el público es casi siempre el mismo', comenta Javier, que trabaja con un grupo de 15 internos, cinco mujeres y diez hombres.

Cuéntalo tú que tienes más gracia, la obra que estrenaron el pasado día 1 de diciembre, es una adaptación del texto de Alonso Millán para concienciar a los reclusos sobre la necesidad del uso del preservativo. 'Ahora vamos a trabajar en un nuevo proyecto: Los ladrones somos gente honrada, de Jardiel Poncela, y la verdad es que todos están encantados porque se sienten totalmente identificados', añade Javier.