La crisis eleva el paro en EE UU al 5,7%, la cota más alta en seis años
El desempleo siguió subiendo el mes pasado en Estados Unidos hasta la cota del 5,7%, la más alta desde agosto del año 1995. La cifra, tres décimas por encima de la registrada en octubre, enfrió los ánimos en Wall Street. La doctrina tradicional supone que menor empleo conlleva mayores beneficios empresariales, pero en las actuales circunstancias, menos trabajadores activos equivalen a menor consumo, el principal motor de la economía estadounidense. De hecho, el comercio registró en noviembre los resultados más flojos desde 1990.
El 11 de septiembre sigue cobrándose puestos de trabajo, incluso con más fuerza de lo previsto por los economistas, que esperaban una décima menos de desempleo el pasado mes. La tasa de paro subió en noviembre hasta el 5,7% desde el 5,4% de octubre. En septiembre y en agosto estaba en el 4,9%.
Las pérdidas afectaron a la práctica totalidad de los sectores económicos, con excepción de los servicios de seguridad que, empujados por el temor que desataron los atentados del mes de septiembre, añadieron 15.000 nuevos empleos a los 14.000 registrados en el mes de octubre.
En apenas dos meses, la economía estadounidense ha perdido 800.000 empleos y los analistas estiman que las tasas de paro seguirán subiendo en el ejercicio 2002 hasta el tope de 6,5%. En lo más duro de la recesión de los años 1990-1991, durante la crisis y la guerra del Golfo, el paro llegó a situarse en el 7,8% de la población activa.
Pérdidas en Wall Street
La Bolsa de Wall Street respondió al mal dato con pérdidas (el Dow Jones retrocedía un 0,88% a media sesión), preguntándose si no había sido demasiado optimista a principios de semana, cuando la recuperación de los 2.000 puntos en el Nasdaq y de los 10.000 en el Dow Jones hizo a muchos lanzar las campanas al vuelo y dar prácticamente por segura la reactivación de la economía.
Los inversores estiman que el menor empleo de ahora y en el futuro inmediato se traducirá en menor consumo y una mayor debilidad de la economía. La recuperación terminará por llegar, decía ayer un analista, pero no parece estar a la vuelta de la esquina.
Los datos relativos al consumo en el mes de noviembre fueron también muy desalentadores para las empresas, con una magra subida del 2%. Las temperaturas han sido altas, con récords para esta época del año en buena parte del país, y los consumidores salieron a ver escaparates más que a comprar. Como consecuencia, la ropa sigue en las perchas de los establecimientos y compañías del sector, como Gap, sufren por la situación de estancamiento. Gap cerró el mes con unos resultados espectaculares: 25% menos de ventas que hace un año.
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