José Antonio Marina propone una religión sometida a criterios éticos en su ensayo 'Dictamen sobre Dios'
Tres fueron las causas que justificaron la creación de las religiones, dice Marina. La primera, "explicar el origen del mundo", tarea que hoy ocupa la ciencia. La segunda función era la de organizar y unir la sociedad, campo que ha pasado a la ética. El tercer pilar sobre el que se asentaron las creencias, y que aún les da sentido, fue "salvar del dolor y del miedo, prometer la salvación y dar sentido a la existencia". La religión, por tanto, no puede aplicarse ya para aportar "verdades universales, porque éstas las da la ciencia y la ética, y el papel que tienen ahora es una verdad personal, subjetiva".
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